Bloomberg — Mercenarios de Wagner han aparecido en Bielorrusia como instructores militares, la primera señal oficial de la presencia del grupo en el país desde el fallido motín en Rusia, el cual se convirtió en la amenaza más grave para el Vladimir Putin en sus casi 25 años de gobierno.
El Ministerio de Defensa bielorruso publicó el viernes en Telegram un video que mostraba a soldados de la defensa territorial recibiendo instrucciones de instructores de miembros de Wagner en un campamento cerca de Osipovichi, a unos 100 kilómetros al sureste de la capital, Minsk. Sus uniformes de estilo soviético contrastaban con la moderna indumentaria de combate que llevaban los mercenarios de Wagner.
“Se trata de una nueva forma de entrenar a las tropas territoriales”, declaró en el vídeo Maksim Payevskiy, jefe del departamento de fuerzas territoriales del Estado Mayor bielorruso. El entrenamiento podría extenderse a todo el país en el futuro, añadió.
El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, medió en el acuerdo que persuadió al líder del grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, de poner fin a su breve rebelión del 24 de junio, después de que sus mercenarios se acercaran a 200 kilómetros de Moscú, encontrando poca resistencia por parte de las unidades del ejército.
Prigozhin había prometido destituir al ministro de Defensa, Sergei Shoigu, y al jefe del Estado Mayor, Valery Gerasimov, culpándoles de los fracasos en la guerra de Rusia en Ucrania y acusándoles de querer “destruir” a Wagner.
Putin aceptó, como parte del acuerdo, que Prigozhin fuera a Bielorrusia con los combatientes de Wagner que quisieran unirse a él, aunque el grupo ha mostrado poca intención de trasladarse al país vecino. Prigozhin no ha sido visto en público desde que terminó el motín.
El Kremlin reveló el lunes que Putin mantuvo casi tres horas de conversaciones con Prigozhin y 35 comandantes de Wagner cinco días después de la rebelión que, según el presidente, había llevado a Rusia al borde de la “guerra civil.”
Putin dijo que había ofrecido a Wagner la opción de seguir sirviendo como una sola unidad bajo su comandante en el campo de batalla en Ucrania, apodado “Pelo Gris”, pero que Prigozhin había rechazado la propuesta, informó el viernes el periódico Kommersant.
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