Bloomberg — En Latinoamérica, las ventas en el exterior de bonos están repuntando a medida que se alejan las expectativas de una reducción de las tasas de interés en EE.UU. durante el 2023, lo que ha llevado a compañías y gobiernos a regresar a los mercados de capitales.
Hasta el 13 de julio, entidades públicas y privadas habían captado más de US$49.000 millones vendiendo bonos en divisas locales y de reserva, conforme a información recabada por Bloomberg. Esta cantidad es solamente US$9.000 millones menos que los US$58.000 millones obtenidos en todo el año pasado, que fue el año más lento en lo que respecta a ventas desde el 2008. Para 2023, los responsables bancarios de Citigroup Inc. (C) proyectan unos US$100.000 millones de ventas de bonos internacionales desde la región, en tanto que BNP Paribas S.A. estima unos US$60.000 millones.
Los bancos centrales de la región iniciaron el endurecimiento de su política monetaria antes que sus homólogos de Estados Unidos y otros países del mundo, lo que abre la puerta a eventuales reducciones de tasas antes que el resto. En Estados Unidos, los mercados prevén otra alza de tasas de un cuarto de punto porcentual, lo que colocaría la tasa de referencia de la Fed en el rango meta de entre el 5,25% y el 5,5%, es decir, 1% por arriba de lo que los actores del mercado proyectaban en mayo para finales de 2023, de acuerdo con información compilada por Bloomberg.
“Ciertos países aún necesitan financiación y es posible que busquen prefinanciar su presupuesto del 2024, teniendo en cuenta el carácter constructivo observado en el mercado primario”, dijo Anna Abadias, vicepresidenta del equipo de mercados de capitales de deuda de Latinoamérica de BNP. La entidad prevé que las grandes compañías y entidades financieras se planteen acudir al mercado “teniendo en cuenta que se prevé que las tasas continúen elevadas durante más tiempo”, afirma.
Hay varias ofertas que podrían salir al mercado en el segundo semestre del año. Brasil podría recurrir a su bono al 6% con vencimiento en 2033, antes de la posible decisión sobre si seguir adelante con lo que sería el primer bono sostenible del país, según dijo el mes pasado una fuente con conocimiento directo. El Tesoro Nacional del país monitorea constantemente el mercado en busca de oportunidades potenciales, señaló un representante del Gobierno en ese momento, que declinó proporcionar más detalles.
Banco Internacional (BINT), un banco comercial chileno, realizó recientemente una serie de videoconferencias en anticipo a una posible transacción de referencia a cinco años denominada en dólares, según informaron fuentes al tanto del tema a principios de esta semana. Un encargado de prensa del banco con sede en Santiago no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
Chile y Paraguay, además de las grandes petroleras Petróleo Brasileiro SA (PETR4) y Ecopetrol S.A. (ECOPETL), fueron algunos de los emisores latinoamericanos que realizaron transacciones denominadas en dólares en junio. Petrobas recaudó US$1.250 millones con un bono a 10 años que atrajo una cartera de pedidos 3,4 veces superior al tamaño del acuerdo, según informó la empresa en un comunicado el 3 de julio. La compañía está monitoreando los mercados y evaluando otras transacciones que reducirían el costo de capital cancelando anticipadamente su deuda más cara, según declaró en una entrevista el director financiero, Sergio Caetano Leite.
“Había llegado el momento de poner los pies en el agua y ver cuál era la temperatura”, dijo el directivo. “La aceptación fue buena, lo que nos lleva a seguir mirando los mercados de deuda. Petrobras ha vuelto al juego”.
Las empresas latinoamericanas se están aventurando de nuevo en el mercado, dijo Adrian Guzzoni, jefe para América Latina de mercados de capitales de deuda de Citi. La expectativa es que el “mercado siga mejorando en términos de volúmenes”, señaló Guzzoni. “Cuando algunas de las empresas empiezan a venir, obviamente muchas otras siguen el ejemplo”.
Otro motor de las nuevas emisiones podría ser la necesidad de refinanciar las líneas de crédito bancarias que las empresas suscribieron para evitar tener que recurrir a los mercados de bonos durante los recientes períodos de volatilidad del mercado, señala Juan Fullaondo, jefe de mercados de capitales de deuda de América Latina y el Caribe de Bank of Nova Scotia (BNS).
Los emisores también están registrando demanda de inversionistas para la venta de bonos en moneda local. Este año, Uruguay, Chile, Perú y República Dominicana han colocado deuda en moneda local en un formato que facilita la compra tanto para inversionistas nacionales como internacionales. Estos bonos normalmente pueden liquidarse a través de cámaras de compensación muy utilizadas por los inversionistas internacionales, como Euroclear.
“Ver transacciones en moneda local con algunos inversionistas internacionales es una buena señal en términos de apertura del mercado, porque esas transacciones suelen hacerse en mercados sanos”, dijo Guzzoni.
México ofrecerá el 20 de julio un bono sostenible que vence en mayo de 2035 con un cupón de 8%, informó el miércoles el banco central del país.
Los rendimientos de los mercados emergentes se han estabilizado en los últimos meses, pero siguen en niveles significativamente más altos que hace un año. Sin embargo, eso no disuade a los emisores. “Los emisores están aprovechando el tono constructivo del mercado para refinanciar los próximos vencimientos y extender sus perfiles de vencimiento”, afirma Abadias, de BNP.
“Si bien en muchos casos estos ejercicios se traducen en una nueva deuda más costosa, nadie puede predecir si habrá demanda de crédito a más largo plazo el próximo año”, dijo Abadias.
Con la asistencia de Mariana Durao, Michael O’Boyle, Maria Elena Vizcaíno y Andrea D Niper.
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