Bloomberg — Los futuros del trigo y el maíz subieron por segunda sesión mientras aumenta la incertidumbre sobre el acuerdo de cereales con Ucrania que está a punto de expirar.
La Iniciativa de Granos del Mar Negro (que ha permitido que los envíos de cosechas salgan del centro clave de suministro) se renueva el lunes, y Rusia no ha hecho ninguna declaración sobre la prórroga del acuerdo, según informó el viernes Interfax. El presidente ruso, Vladimir Putin, declaró el jueves que el país sigue deliberando sobre si prorrogar el pacto, argumentando que no se han tenido en cuenta sus intereses. Las Naciones Unidas aún no han recibido respuesta a una propuesta enviada a Rusia para salvar el acuerdo.
Se ha atribuido al acuerdo el mérito de haber reducido los precios del trigo, que subieron hasta alcanzar un récord tras la invasión rusa de Ucrania el año pasado.
“Parece probable que vuelva al mercado un elemento de prima de riesgo hasta que encuentren una solución, o el mercado tenga tiempo de evaluar la continuidad de los flujos de grano fuera de esa región”, dijo James Bolesworth, director gerente de CRM AgriCommodities.
La escasez de suministros mundiales de trigo está contribuyendo al repunte, afirmó. Esta semana, el Departamento de Agricultura de EE.UU. recortó más de lo previsto sus previsiones sobre los inventarios de trigo y ahora prevé una cuarta reducción anual. Las olas de calor que asolan Europa también corren el riesgo de obstaculizar la cosecha de maíz de este año, y la última estimación de la cosecha brasileña no cumplió las expectativas de los analistas.
El fin del corredor del Mar Negro empujaría una mayor parte de la cosecha ucraniana de 2023 hacia rutas comerciales alternativas a través de los puertos fluviales y la frontera de la Unión Europea. La temporada pasada ya se transportaron volúmenes significativos, aunque la logística sigue siendo costosa, ya que el grano se transporta a distancias más largas.
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