Buenos Aires — Un servicio de transporte de empleados por $1.000 millones por año, deudas por la importación de billetes de Brasil y España, aumentos de costos que no se actualizaban en precio y hasta la reducción de 13 gerencias. Todos estos son solo algunos de los recortes que puso en marcha Ángel Mario Elettore desde su llegada a Casa de Moneda Argentina (CMA), a principios de este año, y que quedaron reflejados en un informe de gestión que la entidad le estará enviando a Sergio Massa, al que accedió Bloomberg Línea en exclusiva.
Con motivo de los seis primeros meses de gestión de Elettore y titulado “La Casa está en Orden”, el informe repasa las principales medidas que fue tomando la empresa estatal para eficientizar el gasto, recortar pérdidas y mejorar su producción. ¿El objetivo? Cumplir con los tres ejes que impuso el ministro de Economía para todas las dependencias bajo su órbita: orden, gestión y transparencia.
Recorte del gasto en CMA
Como primer ejemplo de este “reordenamiento”, la entidad destacó la adecuación del precio y anticipos que la entidad tenía con el Banco Central -su principal cliente- por la producción de billetes. Esa adecuación, explican desde la entidad, llevaba años sin realizarse e implicó que los contratos se mejorasen 10% en dólares y se consiguió una mejora de los anticipos del 30% al 45% para poder iniciar mejor los inicios de producción. Esos dos cambios, señala el informe, generaron una mejora “sustancial” de los balances internos de la empresa.
Con ese mismo objetivo, la entidad señaló que renegoció el contrato de transporte que regía desde el inicio de la pandemia, que transportaba a sus cerca de 1.400 empleados de CMA a sus hogares. Eso, detallaron, generó un ahorro cercano a los $1.000 millones anuales. Y en ese mismo sentido, señalaron, se dieron de baja más del 70% de las líneas telefónicas celulares corporativas, que a principio de 2023 tenían un costo promedio cercano a los $6.000 cada una.
Siguiendo esa misma línea, el informe señala que en el primer semestre del año CMA reorganizó su organigrama para recortar 13 gerencias, de 40 a 27. Eso, indica el reporte, le permite también optimizar y agilizar el trabajo interno, dar respuestas más rápidas y tener mayor y mejor control.
Pero de acuerdo al informe de CMA, uno de los puntos fuertes de este ahorro se centró en la “utilización de la vía marítima para el transporte de piezas gráficas semielaboradas e insumos provenientes de los proveedores del exterior”. Es decir, de la importación de billetes. “Anteriormente la premura por las entregas hacía imposible este tipo de logística, por lo que se utilizaba el transporte aéreo”, dice el trabajo antes de destacar que “ya se pudo realizar el primer traslado marítimo”, lo que generó una reducción “significativa” de los costos logísticos, que rondó el 90%. La carga de un barco, sintetizan, equivale a la de nueve aviones.
En ese sentido, desde Casa de Moneda también subrayaron que “gracias a las gestiones de la nueva administración, se gestionaron todas las deudas que CMA tenía con otras Casas de Moneda del exterior” -según pudo saber Bloomberg Línea, eran Brasil y España-. La situación, dice el informe de CMA, “fue regularizada en todos los casos”.
¿De importar billetes a exportarlos?
Dentro de CMA hay gran expectativa con la instalación de una nueva máquina importada recientemente, que permitiría mejorar aún más su productividad. El traslado de este equipo, que se instalará a fin de año, requirió 14 contenedores y Casa de Moneda debió -además- derribar una pared de su edificio para ingresarlo.
Si bien todavía es prematuro anticiparlo, dentro de la entidad creen que la instalación de este equipo podría permitir que eventualmente el país deje de requerir la importación de billetes e incluso pueda eventualmente ser exportador para cumplir los requerimientos de países vecinos. Los tiempos, y si efectivamente puede lograrlo, dependerán de algunos factores ajenos a la empresa pública.
Ocurre que, pese a que CMA tiene una muy buena capacidad de producción (puede producir entre 700 y 900 millones de billetes por año), por la alta nominalidad de su economía y la negativa del Gobierno de imprimir billetes de mayor denominación que $2.000 -menos de US$4 al tipo de cambio paralelo- Argentina hoy está importando billetes de tres continentes distintos.