Bloomberg — La crisis del coste de la vida en el Reino Unido aún tiene casi un año de duración, y los cálculos indican que el hogar medio habrá empeorado en 2.300 libras (US$ 2.974) para cuando la inflación amaine.
Según un informe de Grant Thornton UK LLP y Retail Economics, el Reino Unido solo ha superado tres cuartas partes de una crisis financiera que durará hasta mayo del año que viene. Según este informe, el poder adquisitivo total de los hogares se reducirá en 65.000 millones de libras (US$ 84.100 millones).
Las presiones generacionales sobre los costes han dejado a dos de cada cinco familias “en apuros económicos”, con poco margen para hacer frente a los elevados gastos en alimentación y energía.
Richard Lim, director ejecutivo de Retail Economics, afirmó que “a medida que los ahorros pandémicos se han ido reduciendo, la presión sobre las finanzas se ha convertido en una guerra de desgaste para muchos hogares”.
Tras un repunte inicial del gasto después de la relajación de las restricciones por la pandemia, los consumidores están teniendo que recortar gastos. El aumento de los costes de los préstamos está agravando la situación, y las hipotecas británicas a dos años han alcanzado su tipo más alto desde 2008.
Alrededor de la mitad de los consumidores británicos están recortando las compras no esenciales y las visitas a bares y restaurantes, adoptando un comportamiento “recesivo” para hacer frente a la erosión del poder adquisitivo.
Nicola Sartori, de Grant Thornton, advirtió de que la contracción del gasto plantea “retos formidables para las empresas minoristas, de ocio y hostelería”. La cadena de farmacias Boots va a cerrar 300 tiendas en Gran Bretaña, mientras que Le Pain Quotidien anunció que cerrará casi todas sus cafeterías en el país al declararse insolvente la rama británica.
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