Bloomberg — El superávit por cuenta corriente de Rusia se desplomó en el segundo trimestre desde su máximo del año anterior, reflejando un rápido empeoramiento de la situación comercial que está presionando al rublo.
En concreto, la cifra disminuyó a US$ 5.400 millones en el último trimestre, desde los US$ 76.700 millones del mismo periodo de 2022, según los datos preliminares del banco central publicados el martes. Es el menor superávit desde el tercer trimestre de 2020.
La caída de los ingresos procedentes de las exportaciones energéticas está mermando unos ingresos que han proporcionado al Kremlin una fuente fundamental de divisas desde la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022. Con la economía sometida a sanciones sin precedentes en respuesta a la guerra, la bajada de los precios del crudo y la limitación de los flujos de gas a Europa se están combinando con una recuperación de las importaciones para reducir unos ingresos extraordinarios que alcanzaron la cifra récord de US$ 233.000 millones en 2022.
El banco central sigue esperando un superávit por cuenta corriente de US$ 47.000 millones este año y de US$ 38.000 millones en 2024. El martes la entidad dijo en un comunicado que el empeoramiento de la balanza comercial rusa se debía a la disminución de los volúmenes de exportación, así como al descenso de los precios, principalmente de las exportaciones energéticas.
La balanza por cuenta corriente pasó a ser negativa en junio debido a factores estacionales y al pago de dividendos por las empresas rusas en un entorno de mercado desfavorable, dijo el banco.
Goldman Sachs Group Inc. (GS) estimó que el menor precio del petróleo contribuyó en US$25.000 millones a la caída interanual del superávit en el segundo trimestre, mientras que el aumento de las importaciones probablemente lo redujo en un margen similar. Gran parte del resto se debió a la caída de los volúmenes y precios de las exportaciones de gas, según un informe.
“Creemos que los principales impulsores de la balanza por cuenta corriente seguirán siendo el crecimiento de la demanda interna, en rápido aumento debido a una significativa relajación de la política fiscal, y los precios del petróleo”, afirmaron los analistas de Goldman, entre ellos Clemens Grafe.
Lo que dice Bloomberg Economics...
“La balanza exterior de Rusia sigue deteriorándose a medida que las sanciones energéticas se hacen sentir y las políticas internas laxas aumentan la demanda de importaciones. Una balanza comercial más débil significa que el rublo ruso también seguirá débil, según nuestras estimaciones, lo que elevará la inflación cerca del 5% este año. Esperamos que el superávit por cuenta corriente en 2023 se reduzca a menos de una quinta parte de los US$ 233.000 millones del año pasado. El estrechamiento de la balanza exterior significará que también disminuirá la capacidad de Rusia para dirigir capital a la adquisición de activos e infraestructuras que necesita para evitar las sanciones.”
-Alexander Isakov, economista de Rusia.
El deterioro de las finanzas exteriores está sometiendo a la moneda rusa a tensiones y avivando su volatilidad.
El rublo se depreció un 13% frente al dólar en el segundo trimestre, el peor comportamiento de los mercados emergentes por detrás del peso argentino y la lira turca. La volatilidad implícita a un mes, una medida de la turbulencia de la divisa, es la más alta del mundo.
“Debido a las sanciones, la tasa de cambio del rublo ahora sólo refleja los flujos por cuenta corriente”, declaró en un informe Ulrich Leuchtmann, jefe de estrategia de divisas de Commerzbank AG. “Por tanto, es probable que el rublo se deprecie a medio plazo debido a la disminución del superávit por cuenta corriente”.
Más en Bloomberg.com