Bloomberg — En el único debate entre el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, Sánchez no mejoró sus posibilidades de reelección al ofrecer una actuación que no fue considerada ganadora.
A lo largo del evento, ambos se interrumpieron con frecuencia e intercambiaron acusaciones de mentir, evitando debates políticos de fondo. Sorprendentemente, Sánchez, el candidato en el cargo, pareció más un aspirante, mientras que Feijoo dominó la velada. Esto contrasta con anteriores encuentros en el Senado, donde Feijoo a menudo parecía mal preparado y desorganizado.
Al entrar en el debate, Sánchez pretendía asegurarse una victoria para reforzar su posición en las encuestas y recuperar el apoyo de los antiguos votantes socialistas que se habían decantado por Feijóo y su conservador Partido Popular. Sin embargo, fue Feijóo quien pareció salir con ventaja, liderando ya las encuestas por un margen significativo.
Feijóo, de 61 años, trató de centrarse en la relación entre los socialistas de Sánchez y los separatistas vascos y catalanes. Acusó a Sánchez de engañar a los votantes sobre los resultados económicos de España y atacó duramente al primer ministro por una ley de consentimiento sexual que tuvo la consecuencia no deseada de llevar a la liberación a decenas de abusadores sexuales. Esa ley ha sido reformada desde entonces.
“Lo que siempre le perseguirá es que hay 117 violadores en la calle, y que hay más de 1.050 pederastas y violadores cuyas penas han sido reducidas”, dijo Feijoo. “Ha sido una mala ley de un pésimo gobierno”.
Feijoo también apuntó a los argumentos del presidente del Gobierno sobre la situación económica de España. Afirmar que la economía funciona a pleno rendimiento “es una falta de respeto a los españoles”, dijo.
El líder de la oposición dice que quiere formar un gobierno unipartidista, pero los sondeos muestran que, para convertirse en presidente del Gobierno, lo más probable es que tenga que crear una coalición con el partido de extrema derecha Vox en el Parlamento español, de 350 miembros. Aunque Sánchez ha ganado terreno en las últimas semanas, sigue estando muy por detrás de su principal rival.
Sánchez, de 51 años, intentó centrarse en las alianzas que el Partido Popular de Feijóo ha hecho con Vox en muchos gobiernos locales y regionales, aunque este evitó verse arrastrado a la discusión. El primer ministro subrayó que Vox pretende hacer retroceder la paridad de género y los derechos de los homosexuales.
Los gobiernos locales de coalición formados por Vox y el PP ya han generado polémica con medidas como la prohibición de la película de animación “Lightyear”, de Walt Disney Co, por presentar un beso entre personas del mismo sexo.
“Os estáis rindiendo al machismo, eso es lo que estáis haciendo con estos vergonzosos acuerdos que estáis firmando con Vox”, dijo un visiblemente irritado Sánchez. “Me da rabia que ustedes estén gobernando con Vox. PP y Vox son la misma cosa”.
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