Bloomberg — La Secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, adoptó un tono positivo pero pragmático al término de un viaje de alto nivel a China que pretendía asegurar a las autoridades que EE.UU. no frenará a su mayor competidor económico.
Las declaraciones de Yellen se produjeron en una rueda de prensa como colofón a una visita de cuatro días a Pekín que ella misma había descrito como una misión para reavivar el compromiso entre las dos mayores economías. Las fricciones entre Washington y Pekín han desembocado en una guerra comercial que ha llevado a ambas partes a restringir exportaciones esenciales para las tecnologías avanzadas.
La responsable del Tesoro estadounidense hizo hincapié en los beneficios del comercio con China y dijo que había recalcado a los escépticos funcionarios de Pekín que “diversificar” las cadenas de suministro en áreas limitadas no era lo mismo que desvincularse. “Esto es algo que intento comunicar y que yo misma creo firmemente”, afirmó. “Creo que ese mensaje fue recibido”.
Durante su estancia en China, Yellen mantuvo diez horas de conversaciones que describió como “directas, sustanciales y productivas”, y dijo que habían acercado los lazos entre Estados Unidos y China a una “base más segura”. La mitad de ese tiempo lo pasó con su homólogo, el viceprimer ministro He Lifeng, el primer intercambio extenso entre los dos responsables políticos desde que se nombró el nuevo equipo económico de China. Durante una reunión más breve con el primer ministro Li Qiang, mantuvo un intercambio más amplio sobre la relación entre China y Estados Unidos.
Yellen también se reunió con el ministro chino de Finanzas, Liu Kun, e intercambiaron puntos de vista sobre la situación económica de ambos países y sobre las respuestas a los desafíos globales, según los medios estatales chinos.
Un alto funcionario del Tesoro dijo que la visita había sido un éxito y había dado a la parte estadounidense la oportunidad de escuchar las ideas del equipo chino sobre su economía. El funcionario añadió que había sido útil ver cómo interactuaban los nuevos líderes y que estaba claro que conocían al Presidente Xi Jinping desde hacía algún tiempo.
La tarea de Yellen en Pekín era complicada. Trató de expresar su preocupación por las políticas económicas chinas, al tiempo que pedía una mayor cooperación y compromiso entre las dos naciones, especialmente en desafíos globales como el cambio climático y el endeudamiento de las naciones más pobres.
Fue la primera gran prueba de una política que esbozó en abril y que está orientada a defender y garantizar la seguridad nacional de Estados Unidos sin tratar de frenar económicamente a China.
Durante su viaje, Yellen advirtió sobre las prácticas “fuera del mercado” y las “acciones coercitivas” de China contra las empresas estadounidenses, y advirtió a las empresas chinas contra el apoyo material a la guerra de Rusia en Ucrania. China expresó su preocupación por las sanciones estadounidenses y otras medidas restrictivas.
A pesar de estos puntos de presión, el mensaje general de Yellen fue que ambas partes gestionen su rivalidad con un conjunto de reglas justas. “El Presidente Biden y yo no vemos la relación entre EE.UU. y China a través del marco de un conflicto entre grandes potencias”, dijo el domingo. “Creemos que el mundo es lo suficientemente grande para que nuestros dos países prosperen”.
Un impulso más amplio
La visita de Yellen formaba parte de una iniciativa más amplia de la administración del Presidente Joe Biden para mejorar las relaciones con el principal rival geopolítico de Estados Unidos y abrir más líneas de comunicación de alto nivel.
Como parte de esa misión, Yellen se reunió con Pan Gongsheng, que se espera que asuma el cargo de gobernador del banco central chino. El Tesoro sembró la confusión sobre si Pan ya había recibido ese ascenso al llamarle “jefe” y “gobernador en funciones” del Banco Popular de China, un título que China no ha utilizado.
Yellen es el segundo miembro del gabinete de Biden que visita China en tres semanas, tras la visita del Secretario de Estado Antony Blinken en junio. Sus esfuerzos por reducir el alcance de la reducción de riesgos e identificar oportunidades comerciales “no problemáticas” contrastaron con el tono más combativo de Blinken. El máximo diplomático estadounidense prometió en Pekín proteger “nuestras tecnologías críticas para que no se utilicen contra nosotros”.
Se espera la visita a finales de este mes del enviado estadounidense para asuntos climáticos, John Kerry, para mantener conversaciones sobre el calentamiento global, un área de preocupación mutua en la que Pekín y Washington también podrían encontrar más puntos en común.
El periódico Beijing Daily, respaldado por el Partido Comunista, expresó sus dudas en un editorial del viernes de que tales conversaciones pudieran mejorar las relaciones.
“Cada vez que surgen algunos signos positivos cuando las dos partes reanudan el diálogo, son extinguidos por la supresión y contención de China por parte de Washington en un abrir y cerrar de ojos”, escribió un autor anónimo de un centro de investigación dependiente del Departamento de Enlace Internacional del Comité Central.
Sin decisiones definitivas
La próxima prueba de la relación puede llegar pronto. El equipo de Biden está preparando una orden ejecutiva para frenar la inversión exterior estadounidense en China que podría restringir aún más el acceso de Pekín a la tecnología avanzada.
Yellen dijo que “no se había tomado ninguna decisión final” sobre esa medida, pero prometió que cualquier nueva restricción estaría “muy dirigida” a unos pocos sectores. “Quería disipar sus temores de que hiciéramos algo que tuviera un impacto generalizado en la economía china”, añadió, refiriéndose a sus homólogos chinos.
El viceprimer ministro He advirtió el sábado a Estados Unidos de que “generalizar la seguridad nacional” no favorecía los intercambios económicos, según la agencia oficial de noticias Xinhua.
El viaje de Yellen se produce en un momento en que China trata de atraer más inversión extranjera tras años de controles de Covid y sacudidas regulatorias, así como del empeoramiento de los lazos geopolíticos con Occidente. A pesar de esas tensiones, la jefa del Tesoro dijo el domingo en el programa Face the Nation de la cadena CBS que las empresas estadounidenses seguían viendo “oportunidades” en China.
Según Jake Werner, investigador sobre Asia Oriental en el Instituto Quincy, la descripción que hizo Yellen del crecimiento chino como saludable para la economía mundial y no como una amenaza fue “esencial para situar la relación entre Estados Unidos y China, que se deteriora peligrosamente, sobre una base sólida”.
Al término de su viaje, el domingo, Yellen expresó su confianza en que la relación siga mejorando: “Tendremos una comunicación más frecuente y regular y de ello se derivarán beneficios”.
(Actualización con la reunión de Yellen con el ministro de Finanzas chino en el quinto párrafo).
--Con la colaboración de Ana Monteiro, Lucille Liu, Fran Wang, Dominic Lau y Jack Sidders.