Bloomberg Línea — Uno de los modelos más caros y lujosos expuestos en los salones náuticos, el yate Azimut Grande 27 Metri, adquirido por celebridades como el futbolista portugués Cristiano Ronaldo, ya tiene 12 unidades vendidas en Brasil. Nueve ya han sido entregadas a sus propietarios, según informó a Bloomberg Línea la filial nacional del astillero italiano Azimut.
Quien quiera un modelo similar, que cuesta cerca de US$11,3 millones (desde 55 millones de reales), tiene que esperar de 12 a 14 meses después de la firma del contrato para la entrega, según la empresa.
En entrevista con Bloomberg Línea, el CEO de Azimut Yachts Brasil, Francesco Caputo, dijo que el mercado náutico brasileño superó las expectativas en ventas en el primer semestre. “Tuvimos un semestre muy bueno. No hubo contracción como se esperaba”, dijo el ejecutivo, sin abrir cifras.
Uno de los termómetros del sector son las ferias náuticas. El pasado jueves (6), la ciudad catarinense de Itajaí celebró su primera edición del Salón Náutico Marina Itajaí, de tres días de duración, en el que hubo exposición de modelos de lujo, como el yate igual al del astro portugués del fútbol.
“No necesitamos contratos de marketing con famosos. Cristiano Ronaldo publicó imágenes de su yate Azimut espontáneamente”, dijo Caputo, que, se esforzó en aclarar, no asocia el aumento de las ventas del modelo a la exposición de la embarcación en sus redes sociales.
En el Marina Itajaí Boat, el grupo Azimut Benetti, que se define como el mayor constructor de embarcaciones de lujo del mundo, también presentó el modelo deportivo Atlantis 51, que se fabrica exclusivamente en su unidad de Brasil para atender al mercado internacional, es decir, para exportación.
“El producto brasileño tiene todo para ser competitivo en el exterior, pero a nuestro mercado aún le falta madurez. Hay, por ejemplo, escasez de transporte. El costo es increíble, es muy caro y esto quema nuestra ventaja competitiva”, dijo el CEO de Azimut Yachts Brasil.
Según él, los operadores de portacontenedores adoptan tarifas de transporte extraordinarias para los buques, que ocupan espacios más grandes. “El transporte es hoy el mayor cuello de botella para que la industria náutica brasileña tenga un acceso más fácil al mercado externo y sea más competitiva”, afirmó.
Presión de los costos
Además de la logística de entrega de productos, el sector náutico se enfrenta a la inflación de las materias primas, como piezas y componentes utilizados en la fabricación de embarcaciones.
“La inflación en el sector náutico está fuera de control en el mercado mundial. Los principales proveedores son pequeños, mientras que la demanda crece. Si la inflación global es del 10%, el aumento de precios en el sector náutico supera el 50%”, evaluó el CEO de Azimut Yachts Brasil.
La devaluación del real frente al dólar, fenómeno presente hasta hace pocos meses, es otro punto de atención de los astilleros. Por ahora, las variaciones cambiarias están siendo amortiguadas por la matriz italiana, evitando una relación directa entre el valor del cambio y el precio de las embarcaciones.
“Nuestra ventaja es proteger al mercado de las oscilaciones del tipo de cambio, asumiendo el 100% del riesgo y haciendo que nuestra política de precios sea más uniforme, sin traspasos automáticos”, explica Caputo.
Explica que, por lo general, se aplican dos reajustes a los precios de los barcos, en el primer y el tercer trimestre. “El próximo reajuste tendrá lugar en septiembre, pero aún no conocemos la variación. Anteriormente, intentamos mantener el reajuste del 5%, por debajo de la inflación”, mencionó el CEO.
Energías limpias
Sobre las tendencias del mercado náutico, el ejecutivo destacó los esfuerzos de transición energética, como el desarrollo de la nueva línea de modelos híbridos, con menores emisiones de carbono, y de energías limpias, como el sistema biodiesel, además del reciclaje de materias primas, como la fibra de carbono.
“Fuimos los primeros en construir barcos híbridos con proyectos en 2009. Apostamos por esta tecnología en el pasado y estamos comprometidos a implementar nuevas soluciones cada día más verde y menos gris “, dijo Caputo.
El ejecutivo también destacó el potencial de la industria náutica como generadora de empleos, ya que el segmento aún cuenta con muchas rutinas artesanales. “En Itajaí, empleamos 600 personas y desarrollamos mano de obra, demostrando que el sector náutico puede transformar la economía de una región. Hoy Itajaí se ha convertido en un hub y en un actor relevante. Incluso exportamos a Italia, nuestra casa matriz”, afirmó el Director General.
Datos de Acobar (Asociación Brasileña de Constructores de Barcos y sus Implementos) indican que Brasil tiene capacidad para producir 3.500 barcos de fibra de vidrio al año, de entre 16 y 160 pies. En 2022, las exportaciones brasileñas de la industria náutica crecieron un 30% en volumen exportado.
