Bloomberg — En la escalada de la batalla comercial sobre tecnología que mantiene con Estados Unidos y Europa, los chinos están adoptando severas medidas sobre las exportaciones de 2 metales poco conocidos pero fundamentales.
¿Y qué son realmente el galio y el germanio y qué importancia tienen? He aquí un breve recuento:
¿Qué sucedió?
Desde el 1 de agosto, la administración de Pekín ha decidido imponer restricciones a la exportación de estos dos metales y sus compuestos químicos, con la finalidad de preservar la seguridad nacional de China. Para poder enviarlos o continuar enviándolos fuera del país, los exportadores tendrán que gestionar licencias ante el Ministerio de Comercio, y deberán comunicar los datos de sus compradores en el extranjero y sus solicitudes.
¿Qué son el galio y el germanio?
Ambos metales tienen un aspecto blanco plateado y suelen clasificarse como “metales menores”, pero normalmente no se hallan por sí solos en la naturaleza, ya que se producen en pequeñas proporciones como subproductos de las refinerías especializadas en otras materias primas más corrientes, como el zinc o la alúmina.
Sus mercados son diminutos si los comparamos con otras materias primas como el cobre o el petróleo; así por ejemplo, las importaciones de EE.UU. de galio metálico y obleas de arseniuro de galio el año pasado sólo ascendieron aproximadamente a US$225 millones, según datos gubernamentales. Sin embargo, su utilización en industrias estratégicas implica que dichas limitaciones tendrán consecuencias de gran calado.
¿Para qué se usan?
Los dos metales tienen una amplia gama de usos especializados en la fabricación de chips, equipos de comunicaciones y defensa. El galio se utiliza en semiconductores compuestos, que combinan múltiples elementos para mejorar la velocidad y la eficiencia de transmisión, en pantallas de TV y teléfonos móviles, paneles solares y radares. Los usos del germanio incluyen la comunicación por fibra óptica, las gafas de visión nocturna y la exploración espacial: la mayoría de los satélites funcionan con células solares a base de germanio.
¿Qué tan importante es China?
Los flujos comerciales en estos mercados pequeños y especializados son difíciles de rastrear, pero China es abrumadoramente la principal fuente de ambos metales: representa el 94% del suministro de galio y el 83% del germanio, según un estudio de la Unión Europea sobre materias primas críticas este año.
Y si bien ambos metales se pueden sustituir, hacerlo podría costar más y dificultar el rendimiento de la tecnología, según CRU Group, un proveedor de inteligencia de la industria metalúrgica.
Entonces, ¿pueden otros países producir más?
Ninguno de los metales es particularmente raro, pero los costos de procesamiento pueden ser altos. Debido a que China los ha exportado a un precio relativamente bajo durante tanto tiempo, hay pocas instalaciones en otros lugares para extraer los metales. A medida que China aumentó su producción, otros países, incluidos Alemania y Kazajistán, la redujeron.
Pero si la medida de China dispara los precios, los analistas esperan que la producción de otros proveedores aumente para satisfacer la demanda.
El reciclaje también podría ser clave. La chatarra del piso de la fábrica ya representa parte del suministro, mientras que la chatarra de germanio también se recupera de las ventanas en tanques fuera de servicio y otros vehículos militares, según el USGS.
¿Dónde más se producen los metales?
Excluyendo a China, otros países con capacidad de producción de galio son Rusia y Ucrania, donde el metal se produce como subproducto de la alúmina, así como Corea del Sur y Japón, como subproducto del zinc. En América del Norte, el germanio se recupera junto con el zinc, el plomo y otros metales en la fundición Trail de Teck Resources Ltd. en la Columbia Británica.
Otros productores incluyen al fabricante de materiales especiales 5N Plus Inc. e Indium Corporation en EE.UU. En Europa, la belga Umicore SA es productora de ambos metales.
Y algunos proyectos mineros contienen concentraciones más altas de los metales y podrían ofrecer una oportunidad para aumentar la oferta, como el proyecto de zinc Kipushi que se espera que comience el próximo año en la República Democrática del Congo.
Con la asistencia de Ian King.
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