Bloomberg — En medio de la polémica suscitada por la quema de un Corán en Estocolmo, el presidente de Turquía expresó su escepticismo sobre la probabilidad de que esta semana se produzcan avances significativos en las conversaciones encaminadas a la adhesión de Suecia a la OTAN.
Recep Tayyip Erdogan criticó el incidente y la actuación de la policía sueca al respecto, subrayando que la lucha contra las organizaciones terroristas y la islamofobia es una prioridad crucial. Describió la quema del Corán como un delito de odio que capitaliza la hostilidad hacia el islam, expresando su preocupación por el hecho de que se permitiera tal acto bajo protección policial.
Los ministros de Asuntos Exteriores de Turquía, Suecia y Finlandia tienen previsto mantener conversaciones el jueves, con el objetivo de superar el punto muerto que ha impedido a Suecia entrar en la OTAN durante más de un año. Estas conversaciones tienen lugar antes de una cumbre crucial de líderes de la OTAN que se celebrará los días 11 y 12 de julio.
La profanación del libro sagrado del Islam se produjo después de que la policía sueca denegara permisos para manifestaciones similares en los últimos meses, alegando motivos de seguridad nacional. Pero sus decisiones han sido revocadas por los tribunales, que han dictaminado que debe darse prioridad a la libertad de expresión a menos que exista una amenaza inmediata para la seguridad pública. El gobierno sueco ha condenado la quema del Corán.
Suecia solicitó su ingreso en la OTAN en mayo de 2022, después de que Rusia invadiera Ucrania. Erdogan se opuso rápidamente a la candidatura, alegando que Estocolmo apoyaba a grupos que Turquía clasifica como terroristas. Sin embargo, Turquía ha permitido que el proceso de adhesión avance y aceptó la adhesión de Finlandia en abril, a pesar de las preocupaciones iniciales.
Para la OTAN, la ampliación hacia el norte reforzaría su presencia en el Ártico y le daría más peso en el mar Báltico. La entrada de Suecia es especialmente importante para que Finlandia asegure sus rutas de suministro y refuerce sus defensas.
Hasta la fecha, 29 de los 31 miembros de la OTAN han ratificado el ingreso de Suecia, mientras que Hungría, junto con Turquía, sigue dando largas. El Primer Ministro sueco, Ulf Kristersson, se reunirá el miércoles en Washington con el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para tratar este asunto.
“La nación turca no ve con buenos ojos ni simpatiza con la entrada de Suecia en la OTAN en su estado y perspectivas actuales”, declaró el martes Devlet Bahceli, aliado de Erdogan y líder del partido nacionalista MHP.
MHP quiere “pasos sinceros y convincentes” de Suecia, dijo.
Suecia esperaba que un paso importante fuera su nueva ley antiterrorista, que entró en vigor el mes pasado. En opinión de Estocolmo, era la última obligación pendiente en virtud de un acuerdo firmado el año pasado para allanar el camino a la ratificación. Aun así, Erdogan ha dicho que la legislación, que castiga por ley la participación en cualquier grupo terrorista, no es suficiente.
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