Bloomberg — La inflación en las economías más avanzadas del mundo se ha desacelerado progresivamente hasta alcanzar su nivel más bajo desde diciembre de 2021, según la OCDE, qué, no obstante, advirtió que los índices subyacentes están mostrando un poco más de fuerza.
En concreto, el índice general del grupo cayó a 6,5% en mayo. El índice subyacente, que excluye componentes más volátiles como alimentos y energía, fue de 6,9%.
Todos los miembros de este grupo han visto una desaceleración de la inflación con excepción de Países Bajos, Noruega y Reino Unido, según la OCDE. En el G7 la lectura es de 4,6%, la cifra más baja desde septiembre de 2021.
Las cifras ponen de relieve que la inflación subyacente se mantiene persistente incluso pese a que los datos generales podrían señalar cierto avance de los funcionarios de política monetaria en su intento por controlar los precios al consumidor.
Los encargados de política monetaria de las economías avanzadas todavía están en modo ajuste, y tanto la Reserva Federal de Estados Unidos como el Banco Central Europeo dieron señales de otro aumento en los costos de endeudamiento este mes. El martes, el Banco de la Reserva de Australia dejó su tasa de interés sin cambios, pero mantuvo la posibilidad de nuevos aumentos.
Los datos muestran divergencia en las principales fuentes de inflación en el G7. En Italia, los alimentos y la energía fueron los principales contribuyentes al crecimiento de los precios en mayo, mientras que las llamadas presiones subyacentes lo estimularon en otros países de ese grupo.
En el club de la OCDE, la inflación varía enormemente, desde menos de 3% en Costa Rica, Grecia y Dinamarca hasta más de 20% en Hungría y Turquía.
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