Bloomberg — Más de 600 personas fueron detenidas en Francia en la tercera noche consecutiva de violencia callejera por la muerte de un adolescente a manos de la policía en un suburbio de París.
La mayoría de los detenidos durante la noche del jueves tenían entre 14 y 18 años, informó la agencia France-Presse.
Los manifestantes atacaron edificios municipales, como ayuntamientos y bibliotecas, en Marsella y en el departamento de Seine-Saint-Denis, al norte de París. Un hotel se incendió en Roubaix, en el norte de Francia, y algunas tiendas fueron objeto de vandalismo, incluso en el centro de París, según AFP.
El presidente Emmanuel Macron está listo para celebrar otra reunión de crisis el viernes por la tarde, informó AFP, citando a su oficina.
La ira estalló en todo el país después de que Nahel, de 17 años, recibiera un disparo mortal a quemarropa en su coche el martes en Nanterre, un suburbio al oeste de París. Un vídeo publicado en las redes sociales mostraba a dos agentes de policía inclinándose hacia el coche, y a uno de ellos disparando mientras el conductor se alejaba. Las autoridades no han revelado el apellido de Nahel.
El agente que disparó fue acusado de asesinato y se encuentra en prisión preventiva. Pascal Prache, fiscal de Nanterre, dijo el jueves que su oficina determinó que “no se cumplían las condiciones legales para el uso de un arma”.
La madre de Nahel, identificada sólo como Mounia, dijo en una entrevista con France 5 que no culpaba a la policía. “Culpo a una persona, la que acabó con la vida de mi hijo”, declaró.
El jueves por la tarde, 6.000 personas participaron en una marcha en Nanterre en memoria de Nahel.
Las autoridades aumentaron considerablemente el número de fuerzas de seguridad antes de las protestas del jueves por la noche, movilizando a 40.000 agentes en todo el país, 5.000 de ellos en París. Los servicios de autobuses y tranvías se suspendieron a partir de las 21h en el área metropolitana de París.
Macron condenó los actos violentos en un tuit el jueves, calificándolos de “injustificables”.
Los disturbios tienen ecos de los que estallaron durante semanas en 2005 después de que dos niños murieran en una subestación eléctrica tras una persecución policial, y han puesto en el punto de mira la actuación policial francesa y las tensiones que se viven desde hace tiempo en los suburbios más pobres del país.
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