El impulso del crecimiento chino se ralentiza y se prevén más estímulos económicos

El gasto de los consumidores se está ralentizando tras un estallido de actividad en el primer trimestre

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Bloomberg — La economía china perdió más impulso en junio, ya que la actividad manufacturera volvió a contraerse y los sectores de los servicios y la construcción incumplieron las expectativas, lo que hace más urgente la necesidad de más apoyo político.

El índice oficial de gestores de compras del sector manufacturero fue de 49, apenas superior a la lectura de mayo de 48,8, según los datos publicados por la Oficina Nacional de Estadística el viernes. Coincidió con la estimación media de una encuesta de Bloomberg entre economistas.

El indicador no manufacturero de la actividad en los sectores de servicios y construcción bajó a 53,2 desde los 54,5 del mes anterior, menos de lo esperado. Una lectura por debajo de 50 indica contracción con respecto al mes anterior, mientras que una lectura por encima apunta a expansión.

La recuperación económica china tras la crisis ha perdido fuerza. El gasto de los consumidores se está ralentizando tras un estallido de actividad en el primer trimestre, el repunte de la vivienda se ha desvanecido, las exportaciones se han debilitado y la inversión en infraestructuras se ha frenado.

La confianza de los consumidores y las empresas se ha apagado, el desempleo juvenil sigue en máximos históricos y las empresas luchan contra la caída de los beneficios. Los riesgos de deflación también amenazan con arrastrar aún más el crecimiento.

La preocupación por las perspectivas de la economía ha alimentado la especulación sobre la posibilidad de un mayor estímulo este año. En las últimas semanas, las autoridades han recortado los tipos de interés, han ampliado las exenciones fiscales para los compradores de coches eléctricos y han suavizado las restricciones a la compra de viviendas en más ciudades.

Sin embargo, cada vez son más los expertos que pronostican que la segunda economía mundial sólo anunciará estímulos moderados este año. El alcance del apoyo monetario y fiscal de Pekín se ha visto limitado por las dificultades de los gobiernos locales para pagar la deuda. Más recortes de tipos ampliarían aún más la brecha de rendimiento con Estados Unidos, lo que añadiría presión a la baja sobre el yuan.

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