Bloomberg — Compradores provenientes sobre todo de EE.UU. y el norte de Europa han estado comprando viviendas en la costa sur de España, aumentando la demanda de la limitada oferta de villas junto al mar en la antaño tranquila zona.
En la región de Málaga, situada a orillas del Mediterráneo, a unos 550 kilómetros al sur de Madrid, los precios han alcanzado niveles nunca vistos. Marbella, la principal ciudad de la región, ha experimentado un aumento del 39% en comparación con antes de la pandemia.
Las viviendas allí se venden por una media de US$1,3 millones (1,2 millones de euros), lo que la hace más cara incluso que Madrid o Barcelona, según el sitio inmobiliario Idealista.
“Marbella vuelve a estar en el radar de los compradores europeos que buscan un ‘hogar lejos del hogar’ en esta era del trabajo híbrido”, dijo Mark Harvey, jefe de ventas internacionales de Knight Frank. “La fortaleza del dólar y el atractivo del estilo de vida español también están impulsando la demanda estadounidense”.
Alrededor de 3.496 viviendas fueron compradas por extranjeros en Málaga en los tres primeros meses de 2023, según la inmobiliaria Knight Frank. Esto supone un aumento del 18% respecto a los tres últimos meses de 2019 y representa aproximadamente cuatro de cada diez viviendas compradas en la región.
El frenesí en la Costa del Sol española se produce en medio de cuestionamientos sobre los visados dorados del país, que ofrecen incentivos a los compradores extranjeros para invertir. Los programas han sido criticados por hacer subir los precios inmobiliarios en toda Europa. A principios de este año, Irlanda y Portugal cerraron sus programas. Grecia, por su parte, está duplicando los requisitos de ingresos en zonas populares.
El programa español de visados para compradores inmobiliarios extranjeros, como otros en Europa, se hizo muy popular con el aumento del trabajo a distancia durante la pandemia. Ahora, el país se enfrenta a presiones para cerrarlo. Los críticos sostienen que la afluencia de inversión extranjera ha impulsado el aumento de los precios inmobiliarios en España, que subieron un 9% en enero, el mayor incremento anual del país desde 2006.
El programa permite a los extranjeros que gasten 500.000 euros (US$552.330) en bienes inmuebles obtener permisos de residencia de 3 años. Sólo en 2022 atrajo a 2.500 personas. España también está intentando atraer a trabajadores a distancia: En enero, lanzó un nuevo visado para nómadas digitales, que concede la posibilidad de vivir en el país hasta cinco años a personas con unos ingresos mensuales de al menos US$2.680.
España se encuentra ahora entre los tres destinos mundiales favoritos de los particulares con patrimonios muy elevados, según un análisis de marzo de Knight Frank. Y para los inversores europeos, es uno de los lugares favoritos para la compra de inmuebles. Citigroup Inc. es muy consciente del atractivo: el banco puso en marcha un programa piloto para banqueros junior en Málaga el año pasado y recibió más de 3.000 solicitantes cuando se lanzó.
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