Noruega abrirá partes de su lecho marino ártico a la exploración y la minería

El movimiento para abrirse a la minería en aguas profundas se ha enfrentado al rechazo de ambientalistas y pescadores

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Bloomberg — Noruega ha esbozado sus intenciones de exploración minera con fines comerciales en sus aguas árticas, centrándose en los metales esenciales para las nuevas tecnologías de bajas emisiones.

“Para llevar a cabo con eficacia la transición ecológica, precisamos minerales”, afirmó Terje Aasland, ministro noruego de Petróleo y Energía. Los fondos marinos pueden ser una “gran fuente de minerales y no hay otro país que tenga un entorno más propicio para guiar y marcar el camino hacia el acceso a estos recursos de forma sostenida y respetuosa con el medio ambiente”.

Estos últimos años ha crecido el interés por la explotación minera de los fondos marinos, a medida que países de todo el planeta se afanan por encontrar nuevas fuentes minerales indispensables para elaborar todo tipo de productos, desde baterías de vehículos eléctricos hasta paneles solares. De los recursos presentes en la placa continental de Noruega, las llamadas cortezas de sulfuro podrían albergar hasta 45 millones de toneladas métricas de zinc, en tanto que las cortezas de manganeso podrían contener unos 3 millones de toneladas métricas de cobalto, según un documento oficial publicado este martes por el gobierno.

La zona abierta a la exploración abarca unos 281.000 kilómetros cuadrados de fondo marino situados entre el norte noruego y la isla de Spitzbergen. La apertura a la minería de profundidad se ha ganado la resistencia de ambientalistas y pescadores, que sostienen que no se han realizado suficientes estudios sobre las repercusiones de la explotación minera en el ecosistema de los fondos marinos.

“Se desconocen las consecuencias tanto de la exploración como de la extracción y existe el riesgo de una posible catástrofe ambiental”, dijeron activistas, incluidos el Fondo Mundial para la Naturaleza y Greenpeace, en respuesta a la propuesta de audiencia. El plan es “irresponsable y viola las obligaciones nacionales e internacionales de Noruega”, dijeron.

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