Bloomberg — El petróleo subió mientras los inversores sopesaban las consecuencias de un intento de motín en Rusia contra el gobierno de casi un cuarto de siglo de Vladimir Putin, al tiempo que persistía la preocupación por una desaceleración mundial.
El West Texas Intermediate subió en Asia tras terminar la semana anterior casi un 4% a la baja. El Brent, de referencia mundial, subió.
Una inquietante calma se apoderó de Rusia tras el dramático final de un levantamiento de las tropas leales al mercenario Yevgeny Prigozhin, aunque la inestabilidad podría reverberar aún más.
“La lucha militar interna en Rusia añade una presión limitada sobre el precio del petróleo en medio de las crecientes tensiones en Moscú”, escribió en una nota el vicepresidente senior de Rystad Energy, Jorge León. “Sin embargo, creemos que el riesgo geopolítico en medio de la inestabilidad interna en Rusia ha aumentado”.
En otros lugares, los mercados están mostrando señales de recesión, en sustitución del anterior pánico a la inflación, a medida que los inversores asumen una política monetaria cada vez más restrictiva y su amenaza para el crecimiento económico, especialmente en Europa.
En Nueva York, el petróleo ha bajado alrededor de un 13% este año, ya que la agresiva campaña de endurecimiento monetario de la Reserva Federal y la mediocre recuperación de China han lastrado las perspectivas de la demanda. La resistente producción rusa, incluso frente a las sanciones occidentales, también ha contribuido a las presiones sobre los precios.