Bloomberg Línea — Gildan, fabricante canadiense de propiedad estadounidense, y mayor empleador del sector textil de Honduras anunció este jueves el cierre de una planta de costura ubicada en el norte del país.
La empresa dijo que el cierre de la fábrica San Miguel, ubicada en Choloma, “es parte de un proceso para equilibrar nuestra producción de costura de prendas básicas para seguir impulsando una plataforma de manufactura global eficiente”. La medida significa el despido de 2.700 personas, aproximadamente.
Sin embargo, dijo que no tienen “planes de realizar cierres adicionales de ninguna otra planta” y que el cierre de la planta San Miguel es el único previsto en este proceso en Honduras.
Gildan, fundada en Montreal, Canadá, en 1946, abrió su primera planta de costura en el extranjero en 1997, en San Pedro Sula, Honduras, y a la fecha emplea a unas 25.000 personas entre 10 plantas, incluyendo San Miguel.
La compañía dijo que el país centroamericano continúa siendo una ubicación estratégica “y seguirá apoyando el desarrollo económico y las comunidades donde operamos”.
Además de Honduras, la empresa fabricante de prendas de vestir también tiene fábricas en Bangladesh, República Dominicana, Nicaragua y EE.UU.
Este recorte de operaciones en la industria maquiladora hondureña se suma a los que HanesBrands y Fruit of the Loom hicieron el año pasado, aduciendo “necesidades de negocio” y alineación de las capacidades de producción.
El exsecretario de Desarrollo Económico, Pedro Barquero, quien renunció a su cargo en abril, dijo que mientras la presidenta Xiomara Castro “habla de refundar, un pequeño grupo de radicales dentro del gobierno se dedica a refundir” y agregó que “todos vivimos las consecuencias de esas malas decisiones”.
En su criterio, “la caída de la demanda en Estados Unidos obliga a las empresas a buscar eficiencias y obviamente estas buscan concentrar su producción en países con mejores condiciones y amigables a la inversión”.
El economista Guillermo Matamoros, quien también ocupa la gerencia regional de la Asociación Hondureña de Maquiladores (AHM), dijo que hay una contracción en el mercado internacional y las empresas tienen que ajustar sus inventarios.
También la decisión del Gildan “es resultado de la perdida de competitividad de Honduras como sector textil maquilador, por otro lado, hay un clima hostil a la inversión, hay problemas de suministro eléctrico y todos estos factores van configurando”, agregó Matamoros.
El país vive una crisis eléctrica y apagones generalizados, producto de la situación financiera que atraviesa el monopolio estatal, la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee), y que se ha agravado con El Niño.
De acuerdo con la AHM, la industria textil maquiladora emplea a 175.000 personas y genera un impacto en la economía nacional de 88.832 millones de lempiras (HNL), US$ 3.593,8 millones, que paga anualmente en concepto de salarios y demás compensaciones sociales.