Refugiados que llegan a EEUU crean más negocios que los nacidos en el país: Reporte

En 2019 el 13% de los refugiados eran emprendedores versus el 9% de los ciudadanos estadounidenses

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Estados Unidos ha fijado su objetivo de admisión de refugiados en 125.000 para 2023, pero las crisis mundiales están generando una mayor demanda. Es así que en 2021, ese país ha permitido el ingreso de casi 180.000 afganos y ucranianos a través de libertad condicional humanitaria.

Sin embargo, más allá de los debates políticos sobre obligaciones humanitarias y preocupaciones de seguridad pública, los refugiados tienen un impacto social y económico positivo duradero en las comunidades estadounidenses. En diferentes ciudades de Estados Unidos, los refugiados han transformado comunidades de manera fundamental, revitalizando la economía local y contribuyendo al crecimiento de diversas industrias.

Un informe realizado por New American Economy, que utiliza datos de la Encuesta de la Comunidad Estadounidense de 2019, destaca el impacto económico positivo de los refugiados en Estados Unidos. Según el informe, los casi 2,4 millones de refugiados analizados obtuvieron un ingreso familiar colectivo de US$93.600 millones en 2019 y contribuyeron con US$25.000 millones en impuestos. Esto les dejó un ingreso disponible de $68.600 millones para utilizar en negocios estadounidenses.

Además, los refugiados muestran una tasa de iniciativa empresarial más alta que otros grupos de inmigrantes. En 2019, casi 188.000 emprendedores refugiados generaron US$5.100 millones en ingresos comerciales. Eso significa que el 13% de los refugiados eran emprendedores, en comparación con solo el 11,7% de los inmigrantes no refugiados y el 9% de la población nacida en los EE.UU.

Efecto derrame

Según el estudio los refugiados muestran una mayor disposición para establecerse y construir vidas en Estados Unidos. El 89,9% de aquellos que han estado en el país durante 20 años o más se han convertido en ciudadanos, en comparación con el 67,5% de otros inmigrantes en ese período. Además, el 59,2% de los hogares de refugiados son propietarios de sus casas, en comparación con el 51,7% de otros inmigrantes, mientras que el 65,7% de los residentes nacidos en Estados Unidos son propietarios de viviendas.

En un momento en el que Estados Unidos enfrenta desafíos demográficos sin precedentes, los refugiados pueden desempeñar un papel importante para ayudar a mitigar estos desafíos. Se estima que el 78,2% de los refugiados están en edad de trabajar, en comparación con el 61,9% de la población nacida en Estados Unidos. Su contribución a la fuerza laboral y a los programas de derechos puede aliviar la tensión anticipada por el envejecimiento de la población.

Los refugiados también contribuyen de manera significativa a las economías de varios estados grandes, como Carolina del Norte, Michigan y Massachusetts, donde poseen un poder adquisitivo de más de US$1.000 millones. En California, su poder adquisitivo supera los US$20.700 millones, y en Texas, supera los U$5.400 millones.

Por ejemplo, en Fargo, Dakota del Norte, grandes empleadores como el fabricante de vidrio Cardinal IG y el proveedor de salud rural Sanford Health afirman que no podrían haber mantenido y expandido sus operaciones en la región sin la afluencia de trabajadores refugiados. En Minneapolis, los refugiados somalíes se han convertido en una parte integral del panorama comercial y cultural de la ciudad, llegando incluso a representar el área en el Congreso de los Estados Unidos. En Buffalo, Nueva York, se atribuye a los refugiados el “renacimiento de la ciudad”, revirtiendo décadas de disminución de la población y transformando barrios abandonados en áreas seguras y animadas.

Un récord de 100 millones de personas en todo el mundo se vieron obligadas a huir de sus hogares en 2022, según American Immigration Council. De estos desplazados, 32,5 millones eran refugiados que abandonaron sus países por temor a la persecución a su raza, religión, nacionalidad, opinión política, etc.