Caracas — Desdolarizar el país, pero también desdolarizar el mundo se ha convertido en la más reciente bandera del gobierno venezolano. La propuesta fue elevada por Delcy Rodríguez durante el XXVI Foro Económico Internacional (SPIEF) en San Petersburgo, donde cuestionó el uso del Swift estadounidense como único mecanismo de pago en el mercado petrolero.
“¿Por qué debe transar en una moneda que apenas representa un quinto de lo que es en sí el comercio internacional de energía?”, reclamó la vicepresidenta venezolana durante su participación a mediados de junio. Sopesó que la masa de dinero circulante de la economía estadounidense se ubica en US$21 trillones mientras la cifra en la industria petrolera internacional representa US$104 trillones.
Rodríguez mantenía la misma línea en el discurso promovido por Nicolás Maduro semanas atrás, quien insistía en un proceso para revertir la dolarización en la nación suramericana, que pese al impuesto adicional para las transacciones en divisas, mantiene un uso del billete estadounidense en 53% este año frente al 47% registrado hace seis meses por la firma Ecoanalítica.
Aunque para algunos analistas, la intención del chavismo recae en intentar esquivar las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos, tomando en consideración lo propiamente dicho por Maduro del bloqueo que padece y los mecanismos a los que ha debido acudir, como la integración al sistema de pagos ruso MIR, para otros se trata de una retórica política sin consecuencias prácticas concretas.
“¿Es posible la decadencia del Swift? Si es posible, pero probable no. No quiere decir que en el futuro no puede cambiar, lo han intentado, el sistema ruso y el chino es una prueba de eso. Pero pasa lo mismo con el dólar, ¿por qué no se puede reemplazar el dólar? Porque el 65% de las reservas internacionales del planeta están en dólares, la diferencia está en euros, y otras monedas convertibles. El sistema Swift tiene 7.600 bancos, el chino tiene 574, pero tanto el chino como el resto se pudieron afiliar por los acuerdos con el Swift, sigue teniendo EE.UU. el control sobre el sistema bancario”, comenta el economista Leonardo Buniak, creador de Camels Ratings System para bancos en América Latina y de Global Map.
Venezuela, más que respaldarse en el uso alternativo de los sistemas ruso y chino, también ha intentado apalancarse en métodos árabes. Rodríguez hizo mención a ello en el foro, destacando esa posibilidad de vender el gas en monedas distintas al dólar estadounidense. En simultáneo, en Caracas se fortalecían las relaciones con Irán luego de una gira presidencial por Turquía y Arabia Saudí.
Para el ingeniero Eduardo Fortuny, experto en materiales y director de Dinámica Venezuela, la disputa de los medios de pago y reserva de valor de las monedas es considerada una parte de los espacios de poder que están discutiéndose a la par de los cambios acelerados en el mundo.
A su juicio, aunque podrían transcurrir décadas para un cambio de dominio del dólar, ciertamente existe un crecimiento orgánico fuerte fuera de la zona de influencia de la moneda verde. “En escenarios de mediano plazo, son importante considerar, pero a corto plazo, el gradualismo puede ser imperceptible”, agrega.
Cree que esta propuesta o el tema de desdolarización como tal, es un punto que no debe ser abordado con criterio absolutista. “Todo avance será un crecimiento exponencial desde cero (...) el juego actualmente se tranca porque China sigue siendo muy dependiente de las exportaciones. Su consumo interno no ha desarrollado la capacidad de sustentar su modelo de desarrollo”.
“Van surgiendo nuevos sistemas de pago en el mundo. Venezuela fue sancionada brutalmente de amanera injusta y criminal, y bueno pretendieron aislarla monetaria y financieramente del mundo. Estamos ahora construyendo los nuevos sistemas de pago, financieros, monetarios del mundo nuevo”, destacó Maduro la noche del martes en su programa semanal, bajo la intención de continuar este camino con el respaldo de sus aliados más poderosos.