¿La matrícula cero en universidades públicas de Colombia beneficia a los más ricos?

Aunque la matrícula cero dará gratuidad a los estratos 1, 2 y 3, la medida podría beneficiar en mayor medida a los de mayores recursos, ¿por qué?

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Bogotá — La semana pasada el Congreso aprobó la matrícula cero en Colombia, el proyecto de ley que dará acceso gratuito a las instituciones de educación superior (IES) públicas, entre estas las universidades, para los estratos 1, 2 y 3. Aunque su aprobación fue celebrada por muchos, otros tanto la criticaron y dijeron que con dicha decisión se beneficiaría a las personas de mayores ingresos en el país, ¿es eso cierto?

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Antes de entrar en otros detalles, cabe decir que según datos del informe de ponencia del proyecto, la matrícula cero en universidades públicas para estratos 1, 2 y 3 beneficiaría a alrededor de 1,1 millones de personas y tendría un costo anual de $1,8 billones, de los cuales $1,4 billones sería para pregrado y $0,4 billones.

Sin embargo, cálculos de otros expertos con base en información pública, aseguran que el proyecto de ley beneficiaría a 1,22 millones de personas y en total costaría $1,4 billones.

¿La matrícula cero en universidades públicas beneficia a los más ricos?

La respuesta a esa pregunta, como en muchos otros casos, varía según desde la perspectiva desde quien la responda. Para el senador ponente, Alex Flórez, con la aprobación de matrícula cero, se aprueban también “apoyos de sostenimiento para los más vulnerables. Desde ahora la educación superior (pública) es gratuita”.

Sin embargo para Germán Machado, docente de economía de los Andes y el CESA, “las IES tienen una capacidad finita y unos recursos asignados. Con matrícula cero los recursos disponibles tendrán que repartirse entre más estudiantes. Lo que antes era solo para estudiantes de bajos ingresos ahora tendrá que ser compartido, al menos en parte, con personas de más altos ingresos. Esto es una asignación de subsidios que no resulta eficiente y que empeora la desigualdad”.

Además, “el proyecto mantiene el error de focalizar por estrato, que ya sabemos que es una mala idea”, resaltó Machado.

En línea con lo expuesto, Luz Karime Abadía, directora de posgrados en economía de la Universidad Javeriana, agregó que “el estrato en Colombia es una clasificación de la vivienda que no siempre refleja el nivel socioeconómico de las personas que la habitan. Una familia de altos recursos puede vivir en una casa de estrato 1 o una persona de estrato 4 puede cambiarse de vivienda para recibir un subsidio como matrícula cero”.

Según la experta, Colombia tiene un sistema educativo desigual y por ello se requieren políticas bien focalizadas, no por estratos. “Para entrar a una universidad como la Nacional que es altamente competitiva, pasan el examen entre el 8 y 10% de aquellos que aplican. Además, se requiere haber tenido una educación escolar de alta calidad, pero es justo la que no reciben las personas de bajos recursos, por lo que ellos tienen menos chance de acceder que aquellos de mejor condición económica”.

Desde la perspectiva de Ricardo Salas, candidato al doctorado en economía de la Universidad de Massachusetts, Amherst, aunque se dice que ahora la educación de las universidades públicas va a ser más tentadora para las personas que pueden pagar estos recursos, desplazando a la población de menores ingresos, “esto no necesariamente es cierto porque tradicionalmente hay un desprestigio mal oído de las universidades públicas y hay muchas personas que pese a que se beneficiarían un montón, no entrarían a ellas. Además, el rol de las universidades públicas no es exclusivamente el de recibir solo a la población más pobre del país, sino educar a los mejores”.

Para Salas, como el subsidio cubre el costo de la matrícula, el cual depende de las condiciones y del nivel de ingresos de la familia, el subsidio sería más grande para los que más tienen y para las personas que menos tienen ya la matrícula no es el mayor problema. “¿Por qué? Porque van a recibir $120.00 en promedio en la matrícula que eso no es lo que les impide acceder a la educación superior como si lo son los costos de vivienda porque nuestras universidades públicas están ubicadas en las capitales donde los costos de vivienda, de desplazamiento y de alimentación son mucho más altos”.

“Este subsidio va a ayudar principalmente a la gente de estratos 2 y 3 que no necesariamente son personas a las que este les vaya a caer muy mal. ¿Pero qué sí se podría hacer (para mejorar la política de educación superior en Colombia)? Pelear por una menor regresividad en el sistema tributario y que las personas contribuyan a la educación pública a través de impuestos”, añadió Salas.

¿Cómo impacta a las cuentas públicas la matrícula cero?

Según la ponencia del proyecto de ley, “se puede afirmar que este proyecto de ley es compatible con el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) (...) Se considera que el presente proyecto de ley contiene un gasto público que se puede llevar a cabo en la realidad y actualidad”.

De acuerdo con Abadía, la experta de la Javeriana, “Colombia requerirá fuentes adicionales de ingresos para cubrir lo que las instituciones de educación superior dejarán de recibir por las matrículas, deberá cobrar más impuestos o quitar recursos de un sector para pasarlos a educación. Dinero de que estar bien focalizado podría usarse para aumentar la financiación a las IES públicas de manera que estas puedan ampliar la cobertura y atender más jóvenes”.

Para Machado como “una parte muy importante de los recursos para las IES se asignan desde el Presupuesto General de la Nación, con matrícula cero las IES recibirán menos ingresos propios. Eso hará que tengan mayores déficits presupuestales y que las necesidades de presupuesto por parte de la Nación sean mayores. Matrícula cero tiene impacto fiscal”.

Por su parte Salas comentó que matrícula cero “lo que va a hacer es que los retornos a la educación superior de las personas que entran a esta sean mucho más rápidos. Eso quiere decir que estas personas no se van a endeudar con ICETEX, por ejemplo, y van a tener unos retornos más rápidos. Pero para las cuentas públicas sí habrá un impacto. En la pandemia ya se había declarado la gratuidad (...) Ya se estaba poniendo en práctica lo que se hizo, fue pasar de una decisión temporal durante la pandemia a un gasto estructural”.

Por último, cabe decir que el proyecto de ley pasará a sanción presidencial y el Gobierno tendrá la tarea de fijar las condiciones sobre los requisitos que se exigen para mantener la gratuidad durante la carrera y también los parámetros bajo los cuales se podrá perder el beneficio.