Bloomberg — Los operadores de opciones han reducido sus expectativas de volatilidad de las divisas de mercados emergentes a niveles vistos antes de la invasión de Rusia a Ucrania en febrero del año pasado.
En concreto, el índice de volatilidad de mercados emergentes de JPMorgan, un indicador de oscilaciones esperadas a tres meses, cayó a 8,86% el viernes. Se trató de la primera vez que el indicador cerró por debajo de 9% desde la guerra en Ucrania y el nivel más bajo para el indicador desde octubre de 2021.
La menor ansiedad también señala optimismo de que la trayectoria descendente del dólar continúe en lo que queda del año.
A medida que la Reserva Federal hace una pequeña pausa en las subidas de tasas de interés y algunos países en desarrollo las detienen, los gestores monetarios esperan que el ciclo de endurecimiento mundial que comenzó hace más de dos años alcance su punto máximo y se invierta.
“Se trata de un signo de los tiempos en el que las tasas de interés están convergiendo hacia o en los niveles terminales”, afirma Simon Harvey, Jefe de Análisis de Divisas de Monex Europe Ltd. “En niveles nominales elevados y en un contexto de enfriamiento de la inflación, la probabilidad de que se produzcan subidas de tasas mayores de lo previsto o una reevaluación al alza de las tasas terminales es mucho menor. Y esta menor volatilidad de tasas se está trasladando a los mercados de divisas”.
Aunque se esperaba que 2023 fuera un año de gran volatilidad, está resultando todo menos eso. Las oscilaciones realizadas en el MSCI Emerging Markets Currency Index se sitúan en el 3,3% a 66 días, correspondientes al plazo de tres meses. Esta cifra contrasta con el máximo del 6,6% alcanzado en diciembre. Esta reducción de la volatilidad realizada es también un factor de mejora de la confianza en el mercado de opciones.
Este movimiento se ve respaldado por una caída del dólar de casi el 2% este año, ya que los bonos del Tesoro de EE.UU. valoran cada vez más una Reserva Federal menos agresiva. El rendimiento de los bonos estadounidenses a dos años sólo ha subido 29 puntos básicos, a pesar de que la Reserva Federal ha aumentado sus tipos de referencia en 75 puntos básicos. Las ganancias se están consolidando en junio, después de que los responsables de fdetuvieran una racha de 10 subidas de tasas que comenzó en marzo de 2022.
El índice de divisas de los mercados emergentes sube un 2% en 2023, lo que supone una rentabilidad de carry de aproximadamente el 6% si se combina con los diferenciales de tasas de interés.
Sin embargo, los riesgos para sus perspectivas para el resto del año no han desaparecido. La Fed ha señalado que podría subir las tasas dos veces más antes de hacer una pausa decisiva. La inflación sigue siendo obstinada en algunas economías emergentes. Y los planes de estímulo de China pueden pesar sobre el yuan, que tiene el mayor peso en el índice de divisas.
Aun así, la reducción de la volatilidad sugiere que los operadores confían cada vez más en la improbabilidad de una gran liquidación de las divisas de los mercados emergentes.
“El carry es un gran amortiguador”, afirma Guillaume Tresca, estratega global de mercados emergentes de Generali Insurance. “Eso ayuda a que la volatilidad se mantenga baja. Las divisas emergentes con mayor carry son las que mejor comportamiento han tenido en lo que va de año”.
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