Bloomberg Línea — El año pasado, en el mundo hubo un crecimiento en el flujo de las remesas hacia países de ingreso bajo y mediano del 8%, alcanzando los US$ 647.000 millones, de los cuales, América Latina participó con US$ 145.000 millones y un crecimiento regional del 11,3%, según la última ‘Reseña sobre migración y desarrollo’ publicada la semana pasada por el Banco Mundial (BM).
En la región, los flujos hacia México registraron un aumento del 12,9% hasta alcanzar los US$ 61.100 millones, siendo este país el segundo con mayor ingresos por este concepto a nivel global, después de India (US$ 111.000 millones), y por encima de China (US$ 51.000 millones).
“En muchas economías, las remesas se convirtieron en una ayuda financiera vital durante la pandemia y lo serán aún más en el futuro previsible. Hemos intensificado la colaboración con los países de origen y los receptores de remesas a fin de mejorar los datos y aprovechar las remesas para movilizar capitales del sector privado mediante bonos de la diáspora y mejores calificaciones crediticias de los países”, dijo Dilip Ratha, autor principal de la reseña y jefe de la Alianza Mundial de Conocimientos sobre Migración y Desarrollo (KNOMAD).
¿Caerá la resiliencia de las remesas en América Latina?
En ese informe reciente, el Banco Mundial hace énfasis en que la reducción de la actividad económica de los países que actúan como origen de las remesas podría limitar el empleo y el aumento en los salarios de los migrantes, por lo que podría caer el flujo de dinero hacia los países de ingreso bajo y mediano, como es el caso de LatAm.
Justamente, para 2023, se prevé un incremento leve de 1,4% en las remesas globales, situándolas en US$ 656.000 millones. En la región este flujo crecería solamente el 3,3%. Pero, “considerando que las perspectivas están estrechamente vinculadas a lo que ocurra en la economía de EE. UU., que se está desacelerando, los riesgos se inclinan a la baja”.
Sin embargo, un informe presentado por WorldRemit, empresa de pagos digitales, prevé que América Latina sea la región que lidere los giros de remesas en 2023 y, además, señala que el mercado de remesas digitales llegaría a tener un valor neto de $2.450 millones para 2027 solo en Sudamérica.
“Las proyecciones de la industria indican que América Latina y el Caribe será la región líder en la recepción de remesas en 2023, con una tasa de crecimiento estimada del 4,7%. Esta perspectiva positiva significa que las remesas continuarán brindando apoyo financiero para ayudar a las familias a superar los desafíos económicos. Hoy, con la proliferación de la tecnología, las transferencias de dinero pueden llegar incluso a los lugares más remotos en cuestión de minutos”, dijo Jorge Godínez Reyes, director para las Américas en WorldRemit.
El escalafón presentado por WorldRemit, correspondiente al cierre de 2022, aunque tiene leves diferencias con las cifras analizadas por el Banco Mundial, permiten conocer la magnitud de lo que significan las remesas para ciertas economías de LatAm, en especial en Centroamérica. Este es el ‘Top 10:
“Si bien el ritmo se ha desacelerado en comparación con los picos de 2021 cuando comenzaron a levantarse las restricciones de COVID, estamos entusiasmados con las tendencias recientes”, precisó Godinez.
Las cifras del Banco Mundial muestran que hasta 2022, el costo promedio de enviar US$ 200 de remesas fue de 6,2 % en el cuarto trimestre de 2022, un aumento frente al 6,0% registrado en 2021. “Los bancos son el medio más costoso para enviar remesas, con un costo promedio del 11,8%, seguidos de las oficinas de correo (6,3%), los operadores de transferencias de dinero (5,4%) y los operadores de telefonía móvil (4,5%). Si bien las operaciones por telefonía móvil son las más económicas, representan menos el 1,0% del volumen total de transacciones”, precisa el informe.
Centroamérica, privilegiada por las remesas
Dentro del ‘Top 10′ presentado, las remesas significan más del 20% del Producto Interno Bruto en El Salvador, Honduras y Haití, “lo que demuestra la importancia de estas entradas de dinero como un componente vital de la estabilidad financiera en la región y su impacto en las economías locales”, según WorldRemit.
México y Guatemala encabezaron la lista de los principales países receptores de remesas en 2022, República Dominicana ocupó el tercer lugar con $9.800 millones en remesas, y Guatemala y Honduras registraron el mayor crecimiento porcentual en el total de remesas recibidas de 2021 a 2022, superando la barrera del 15%.
En lo que va de 2023, los bancos centrales de Centroamérica están registrando comportamientos positivos para las remesas de esta región.
Por ejemplo, Nicaragua recibió un flujo de US$ 1.394,6 millones hasta abril, un crecimiento del 60,9% frente al mismo período del año anterior, teniendo en cuenta que el total recibido el año pasado en remesas fue de US$ 3.224,9 millones.
Un comportamiento similar lo presenta Guatemala, que ocupó el segundo lugar el año anterior y que este año, hasta mayo, ha recibido por este concepto transferencias por US$ 7.796,7 millones, creciendo un 10,7% frente a los primeros cinco meses de 2022, según el Banco Central de Guatemala.
“Los flujos de remesas en la región continúan exhibiendo una trayectoria resilente, en ascenso, con varios países dentro de los diez primeros reportando flujos de remesas récord a pesar del desafiante clima económico y el aumento de la inflación”, puntualizó el director para las Américas en WorldRemit.