Las pequeñas empresas están siendo las pioneras de la semana laboral de 4 días

25% de las pequeñas empresas tecnológicas y de servicios profesionales han instaurado este esquema o lo contemplan, según un sondeo

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Bloomberg — Las pequeñas empresas se han convertido en destacadas defensoras de la semana laboral de cuatro días, según datos de Gusto, empresa de software de nóminas. El informe revela que aproximadamente una cuarta parte de las pequeñas empresas tecnológicas y de servicios profesionales han implantado o están considerando la posibilidad de implantar un horario de cuatro días para sus empleados.

Liz Wilke, economista principal de Gusto, destaca el enfoque innovador de las empresas remotas a la hora de abordar la cuestión de la flexibilidad. Se refiere a las pequeñas empresas como un “campo de pruebas” para explorar modalidades de trabajo poco convencionales.

La importancia de ofrecer flexibilidad en el lugar de trabajo va más allá de ser un lujo para las pequeñas empresas. Puede ser un factor decisivo, sobre todo para las oficinas, donde el rendimiento de un empleado puede afectar significativamente a la producción general. Con la presión de volver al trabajo en la oficina y un mercado laboral difícil, que ha contribuido a una tasa de agotamiento de hasta el 40% entre los trabajadores de oficina, las pequeñas empresas están aprovechando la relajación de las normas laborales para mejorar la productividad.

Wilke subraya que las pequeñas empresas están utilizando la flexibilidad como medio para apoyar el bienestar de sus empleados. La autonomía adopta diversas formas, como conceder al personal la libertad de elegir cuándo y dónde trabajar.

Y lo que es más notable, el 40% de las pequeñas empresas totalmente remotas declararon estar “muy por encima de la media” en el establecimiento de conexiones personales entre los trabajadores, mientras que sólo el 33% de las empresas totalmente presenciales y el 24% de las híbridas declararon lo mismo.

Las empresas más grandes han intentado igualar la libertad de movimiento de la que disfrutan los empleados de las pequeñas empresas mediante semanas de “trabajo desde cualquier lugar”, que reservan una cierta cantidad de tiempo -generalmente de dos a cuatro semanas- para que los empleados realicen sus actividades desde el lugar que elijan. Esta práctica es un eco de una ventaja ampliamente ofrecida por las pequeñas empresas remotas, ya que una de cada cinco afirma tener un empleado trabajando fuera del país. Las pequeñas empresas totalmente remotas son también menos proclives a fijar tarifas salariales en función de la ubicación, incluso cuando contratan internacionalmente.

La semana laboral de cuatro días que ofrecen las pequeñas empresas aún no ha empezado a dar sus frutos en forma de mayor retención. Pero a medida que las grandes empresas continúan endureciendo sus mandatos de regreso a la oficina, la flexibilidad única que ofrecen las pequeñas empresas podría resultar cada vez más atractiva para los demandantes de empleo.

Las pequeñas empresas creadas en los últimos tres años suelen tener este nivel de flexibilidad: el 47% son híbridas y el 31% totalmente remotas. Lo más probable es que las futuras empresas se organicen en torno a una semana laboral reducida desde su concepción, en lugar de ajustarse retroactivamente.

“Me alegro de que por fin estemos superando el debate de si ofrecer o no trabajo remoto e híbrido”, afirma Wilke. “Y por fin estamos entrando en el interesante espacio de cómo hacer trabajo remoto e híbrido”.

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