El plan para vencer la crisis climática en el ‘Corredor Seco’ centroamericano

En una franja que se extiende por el istmo centroamericano, los largos períodos de sequía alternados con períodos de fuertes lluvias están afectando los medios de vida y la seguridad alimentaria

Productor de maracuyá en El Salvador.
17 de junio, 2023 | 05:50 PM

Bloomberg Línea — Las condiciones meteorológicas extremas por la crisis climática han convertido el simple acto de sembrar en una apuesta que podría llevar a los agricultores del “Corredor Seco” centroamericano a la ruina.

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El Corredor Seco se extiende por zonas de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua. Se caracteriza por largos períodos de sequía alternados con períodos de fuertes lluvias que afectan gravemente a los medios de subsistencia y la seguridad alimentaria de sus 10 millones de habitantes. Los habitantes de las zonas áridas de Panamá y la República Dominicana se enfrentan a amenazas similares.

Por ejemplo, la sequía exacerbada por el fenómeno climático de “El Niño” en 2015 causó pérdidas estimadas de hasta el 60% de la cosecha de maíz en las zonas afectadas.

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En 2019, cinco años de sequía habían dejado a 1,2 millones de personas de la región necesitadas de ayuda alimentaria, y en 2021, comunidades de Honduras y Guatemala sufrieron graves pérdidas de cosechas a causa de los huracanes Eta y Iota, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP).

El 80% de los pequeños productores en el Corredor Seco viven en pobreza, y además, el clima extremo ha llevado a más de 5 millones de personas de estos países a abandonar sus tierras.

Este 17 de junio se conmemora el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía. Por ello, el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y sus asociados destacan un proyecto que desarrollan en conjunto para detener y revertir la degradación de la tierra, aumentar la resiliencia de las comunidades rurales y mejorar la seguridad alimentaria de millones de personas en el Corredor Seco Centroamericano.

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La iniciativa pretende impulsar y reproducir la restauración de paisajes enteros mediante la creación y el intercambio de recursos, conocimientos y prácticas climáticamente inteligentes. Esto incluye dejar cultivos de cobertura en el suelo, plantar árboles cuesta arriba o mezclar árboles con plantas agrícolas.

Tal enfoque ha motivado a que el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas haya incluido este proyecto entre sus 10 primeras Iniciativas Emblemáticas de Restauración Mundial.

“La seguridad alimentaria en América Central depende de que personas puedan seguir cultivando sin temer por su propio futuro”, dijo Natalia Alekseeva, coordinadora del Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas. “Restaurar los paisajes de manera que ayuden a las comunidades a adaptarse y prosperar en condiciones difíciles es la única forma de conseguirlo”.

Para 2030, el proyecto espera contar con 300.000 hectáreas en curso de restauración y crear 5.000 empleos permanentes y reteniendo grandes cantidades de carbono nocivo para el clima.