Bloomberg — Los fiscales del Departamento de Justicia se encuentran entre los funcionarios estadounidenses que han interrogado a Goldman Sachs Group Inc. sobre su papel en el intento de Silicon Valley Bank de recaudar fondos cuando el prestamista con sede en California se precipitaba a la quiebra, según una persona familiarizada con el asunto.
El escrutinio de la sección de fraude de la agencia y la Oficina del Fiscal de EE.UU. para el Distrito Norte de California es parte de una revisión más amplia de los últimos días de SVB, dijo la persona, que pidió no ser nombrada discutiendo la investigación confidencial. La Comisión de Bolsa y Valores también está revisando el asunto, dijo la persona.
SVB descargó una cartera de US$24.000 millones a Goldman con pérdidas y buscó la ayuda de la empresa para recaudar más de US2.200 millones de dólares para cubrir el déficit, según la información revelada en marzo. Goldman no pudo cerrar el trato y una corrida bancaria a raíz de la oferta condenó a SVB. El banco con sede en Nueva York reveló el mes pasado que estaba cooperando y proporcionando información al Gobierno en relación con las investigaciones y pesquisas sobre SVB.
“SVB contrató a Goldman Sachs para que le ayudara en una propuesta de ampliación de capital y le vendió una cartera de valores”, dijo Goldman en un comunicado el jueves, reiterando que estaba cooperando con las investigaciones del Gobierno. “Antes de esa venta, Goldman Sachs informó por escrito a SVB de que no actuaríamos como su asesor en la venta, y que SVB no debería confiar en ningún consejo del banco a este respecto, sino contratar a un asesor financiero externo”.
El Wall Street Journal informó a primera hora del jueves de que Goldman había sido citado por el Departamento de Justicia, que declinó hacer comentarios. La SEC tampoco quiso hacer comentarios. Las consultas no significan que Goldman Sachs haya sido acusado de irregularidades, y las investigaciones a veces se cierran sin más medidas.
Cuando SVB se hundió el 10 de marzo, fue una de las mayores quiebras bancarias de la historia de EE.UU., con más de 175.000 millones de dólares en depósitos y 209.000 millones en activos totales.
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