Texas y otros estados de EEUU endurecen maniobras para detener y exiliar migrantes

Barreras flotantes en Texas y envío de homeless latinos a Puerto Rico son algunos de los mecanismos que implementan algunos municipios para erradicar a los migrantes de sus ciudades

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La carrera por detener el ingreso de los migrantes en estados como Florida o Texas parece superarse todo el tiempo y no con las mejores estrategias.

Hace tan solo unos días, Texas anunció un proyecto para colocar barreras flotantes con el fin de controlar el flujo de inmigrantes que pasan el Río Grande para llegar hacia este estado.

Fue el propio gobernador Greg Abbott quien confirmó que las barreras se instalarán en la zona fronteriza de Eagle Pass, cuyo despliegue tuvo un costo de US$1 millón. Cabe recordar que el presupuesto asignado a ese estado para controlar el flujo en la frontera es de entre US$5.000 y US$100 millones

A través de su cuenta de Twitter, Abbot confirmó que se trata de una nueva barrera acuática que ya se encuentra en construcción. “Podemos poner kilómetro tras kilómetro de estas boyas. Lo que estamos haciendo ahora es proteger la frontera en la frontera”, agregó y aseguró que no será la única medida que tomará para controlar la inmigración.

Medidas como estas se disparan luego de que el presidente Joe Biden diera por terminado cualquier posibilidad de construir un muro en la frontera tal como prodigaba el ex mandatario Donald Trump.

El amigo republicano

No es casualidad que el gobernador de Florida Ron DeSantis exprese su amplio apoyo a Abbot en su campaña contra la inmigración. A su vez, aseguró públicamente que ha “ayudado a Texas con más de 190 arrestos” bajo cargos de posesión de armas y tráfico de drogas.

Por otro lado, luego de los vuelos ilegales que trasladaron migrantes de Florida a otras ciudades del país, DeSantis sigue escalando en sus acciones contra la inmigración.

Según The Hill, un grupo de latinos se unió para realizar una caravana que atravesará todo el país en rechazo a las medidas antiinmigrantes impuestas por el gobernador de Florida, que incluyen cinco años de prisión o multas de US$5.000 para quienes trasporten a alguien que ingresó de manera legal al país.

La caravana, que se denomina “Todos somos Florida”, saldrá el próximo 23 de junio desde San Diego, California, y tendrá una ruta de Oeste a Este, pasando por Los Ángeles, San Antonio, El Paso, New Orleans y Houston.

Exilio en la isla

Otro fenómeno relacionado con esta onda antiinmigración es el que describe el medio puertorriqueño Primera Hora. Según la publicación desde hace dos meses comenzó a verse en la isla estadounidense la llegada de homeless de diferentes ciudades de ese país, aunque aún no se le atribuye a nadie esta acción.

Estas personas llegaron a Puerto Rico, bajo la promesa de que se les ayudaría a conseguir vivienda, comida y aseo diario. Los migrantes habrían pedido auxilio en la organización sin fines de lucro la Fondita de Jesús.

“En poco más de ocho semanas la cifra de residentes estadounidenses en condiciones de sinhogarismo que han llegado a la organización sin fines de lucro, ubicada en Santurce, alcanza las 20 personas. El 90% son varones, aunque se han recibido dos mujeres”, dice Primera Hora.

Asimismo, el 85% de los forzosamente exiliados presenta problemas de salud mental como esquizofrenia, bipolaridad o depresión, entre otras; y el 65% tiene problemas de uso de sustancias o abuso de alcohol.

Ante la falta de un techo seguro, el medio periodístico indica que, a estas personas se les puede ver deambulando “y han creado un tipo de comunidad entre ellos” en lugares frecuentados por turistas en la capital como el Viejo San Juan, el parque del Tercer Milenio o en Condado.