Los desajustes monetarios que dejó la megaemisión implementada para palear la crisis que desató el coronavirus van quedando atrás y en Estados Unidos, al igual que en casi toda Latinoamérica, la inflación viene bajando en forma persistente y consistente, al punto que al el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de mayo finalizó en 4% interanual, cuando el mercado esperaba un 4,1%. Este dato, mejor del que se esperaba, puede ser un driver que impulse a las monedas latinoamericanas en comparación con el dólar.
Esto se debe a que un eventual relajamiento monetario, empujado por el retroceso de la inflación, puede dar lugar a una debilidad del dólar frente a las monedas de la región.
En principio, los operadores financieros latinoamericanos estarán atentos a la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed). Por un un lado, porque se decidirá la tasa de política monetaria del país, pero por otro porque el presidente del organismo, Jerome Powell, dará pistas de los pasos a seguir más adelante.
Es posible que la caída de la inflación ayude a que el banco central estadounidense se convenza de que ya es tiempo de desandar el camino del apretón monetario que se inició cuando los precios parecían descontrolarse, de manera tal de no afectar negativamente a la economía.
Casi el 100% de los analistas encuestados en Estados Unidos anticipan que la Fed dejará quieta la tasa de interés en el rango de 5-5,25% luego de diez reuniones consecutivas en las que el encuentro terminó con un movimiento alcista.
¿Cómo impacta el dato de inflación en el precio del dólar en Latinoamérica?
Es muy posible que el buen dato de inflación en Estados Unidos permita un fortalecimiento de las monedas emergentes, entre ellas, las latinoamericanas. Esto se debe a que el mercado interpretará que la Fed está, como se mencionó antes, más cerca de ablandar su política monetaria.
No obstante, es necesario aclarar que el dólar se mueve por una serie de variables y no solo una. Es decir, el dato de inflación en Estados Unidos puede ayudar a que el precio del dólar caiga en algunas plazas cambiarias de la región, pero no significa que habrá un comportamiento uniforme.
“Observamos una depreciación a nivel mundial del dólar a causa del dato de IPC de EEUU, que se situó bajo la previsión”, señaló Ignacio Mieres, analista de mercados en la firma chilena XTB Latam. Mieres indicó que esto ha llevado a los futuros de fondos federales a cotizar una pausa en las subidas de tasas de interés en la reunión del 14 de junio con un 97% de probabilidad.
Por su parte, Ricardo Bustamante, jefe de estudios trading de Capitaria, sostuvo: “Con este escenario inflacionario, es muy probable que mañana la Fed frene el ritmo ascendente en los tipos de interés, situación que genera una caída del dólar a nivel general, porque sólo hace algunas semanas atrás se esperaba un nuevo incremento de tasas, que hubiera significado un menor acceso a la divisa norteamericana”.
Si bien está prácticamente descontado que no habrá suba de tasas, Bustamante aclaró que hay que estar muy atentos a las proyecciones de los miembros de la Fed, además del comunicado de la decisión, y a los comentarios de Powell, ya que deberían dar señales más claras sobre la evolución futura de la economía y de la política monetaria de Estados Unidos.
Por su parte, Renato Campos, analista jefe de Admirals, proyectó el inicio de un proceso neutral en la política monetaria de Estados Unidos. “Revisamos poco probable que se requieran de recortes en la tasa de interés durante el presente año”, refirió.
