Zona rica de Miami se convertirá en centro de fútbol con llegada de FIFA y Messi

La FIFA está aumentando su presencia en EE.UU. de cara al mundial de 2026, que se desarrollará en toda América del Norte

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Bloomberg — Lionel Messi no es el único baluarte del fútbol que está llegando a Miami. FIFA, el órgano rector del deporte, está negociando el alquiler de una zona de más de 5.500 metros cuadrados en Coral Gables, una rica ciudad en el condado de Miami-Dade, según una persona con conocimiento del asunto.

La FIFA está aumentando su presencia en EE.UU. de cara al mundial de 2026, cuando Miami y otras 15 ciudades de América del Norte reciban a la máxima competición.

Es probable que luego del torneo haga de Miami su sede a largo plazo, lo que le permitiría estar cerca de sponsors y ser una puerta de entrada a América Latina y El Caribe.

Se espera que Gianni Infantino, el presidente de la FIFA con grandes conexiones, se traslade a Miami en el período previo al evento, al igual que hizo en Doha antes de Catar, dijo una persona con conocimiento del asunto.

Infantino, que fue reelegido presidente de la FIFA sin oposición en marzo, ayudó a aumentar los ingresos de la FIFA a US$7.500 millones en el último ciclo de la Copa Mundial. La FIFA predice que generará US$11.000 millones durante el período 2023-26, ya que amplía la Copa del Mundo a un formato de 48 equipos.

Un portavoz de la FIFA declinó hacer comentarios.

Es probable que la llegada de la FIFA a Florida coincida con uno de los grandes nombres del fútbol.

Messi, que el año pasado lideró a Argentina a la victoria en el Mundial y disfrutó de una brillante carrera en el Barcelona, está a punto de firmar un contrato con el Inter de Miami de la Major League Soccer.

Los informes sobre el inminente traspaso de Messi, que cuenta con la ayuda de una propuesta multimillonaria en la que participan Apple Inc. (AAPL) y Adidas AG, ya han disparado el precio de las entradas y se espera que transforme el perfil del deporte en la ciudad y en Estados Unidos.

Miami ha sido durante mucho tiempo refugio de la agitación política de la región, y los hispanos y latinos representan aproximadamente el 70% de la población del condado de Miami-Dade. Pero el Inter de Miami, del que es copropietario David Beckham, ha tenido problemas para atraer a grandes multitudes y actualmente ocupa el último puesto de la Conferencia Este de la Major League Soccer.

El club carece de estrellas y juega en el diminuto estadio DRV PNK de Fort Lauderdale.

Florida, sin embargo, es la meca del deporte para equipos y propietarios, con dos franquicias de béisbol de las grandes ligas, tres equipos de la NFL, dos de la NBA y dos de hockey de la NHL, sólo superada por California. Y un grupo liderado por Beckham planea construir un estadio de 25.000 localidades para el Inter de Miami en el emplazamiento de un campo de golf municipal.

No es la primera vez que Miami y la FIFA cruzan sus caminos. La Concacaf, la federación regional que gestiona el fútbol en toda América, tiene su sede en la ciudad y se vio envuelta en el escándalo de corrupción que salpicó a la organización hace unos ocho años.

El caso destapó un sinfín de acusaciones de fraude, que condujeron a la destitución de Joseph Blatter como Presidente, tras 17 años en el cargo. A raíz del escándalo, la FIFA introdujo una serie de medidas de reforma, como la incorporación de más directivos externos, e Infantino se ha comprometido a aumentar la transparencia.

--Con la colaboración de Natalie Wong, Anna Jean Kaiser y Michael Smith.

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