Bloomberg Línea — Las exportaciones de la región comprendida por América Latina y el Caribe crecieron solo un 2,9% en el trimestre enero-marzo, respecto del mismo período de 2022, cuando un año antes habían aumentado 16,4% interanual en ese mismo lapso. Y el dato resulta más preocupante al desagregar y ver algunas subregiones y países: en Sudamérica, por ejemplo, los valores exportados cayeron 0,3% interanual en el primer trimestre, cuando el año anterior habían crecido 16,2%.
Hubo algunos países que tuvieron fuertes derrumbes en ese sentido: Argentina exportó entre enero y marzo un 17,9% menos que en 2023, mientras que Bolivia vendió al exterior un 23,5% menos. En Venezuela, en tanto, los valores exportados cayeron 20,2%.
En cambio, en las dos principales economías de Latinoamérica los valores exportados sí crecieron, aunque a menor velocidad que doce meses atrás: Brasil exportó 4,8% más entre enero y marzo de 2023 que entre enero y marzo de 2022 (aunque el año pasado el aumento había sido del 19%). Asimismo, México vio crecer sus exportaciones 6,8%, cuando en 2022 el aumento había sido de 16,9%.
Países en los cuales las exportaciones crecieron
En estos países, las exportaciones crecieron en el primer trimestre de este año respecto del primer trimestre del año anterior:
- Barbados: 6,5%
- Brasil: 4,8%
- Chile: 10,7%
- Costa Rica: 14,1%
- Guyana: 89,5%
- México: 6,8%
- Nicaragua: 5,8%
- Paraguay: 23,4%
Países en los cuales las exportaciones cayeron
En estos países, las exportaciones cayeron en el primer trimestre de este año respecto del primer trimestre del año anterior:
- Argentina: -17,9%
- Belice: -20,6%
- Bolivia: -23,5%
- Colombia: -4,7%
- Ecuador: -7,7%
- El Salvador: -4,6%
- Guatemala: -4,8%
- Honduras: -3,7%
- Perú: -4,8%
- República Dominicana: -1,5%
- Uruguay: -3,5%
- Venezuela: -20,2%
Las razones de la desaceleración
Según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), entre enero y abril de 2023 los precios de los principales productos básicos exportados por América Latina y el Caribe mostraron una marcada volatilidad. Las tasas de variación interanuales fueron negativas para los precios del petróleo (-18,2%), el café (-12,6%), el hierro (-11,9%), el cobre (-11,1%) y la soja (-5,2%). Por su parte, el azúcar anotó un alza interanual de 15,1%.
El estudio anticipa que “el mayor ajuste en los precios ocurrió en el primer trimestre”, y “en el resto del año las cotizaciones se mantendrán sustancialmente estables, en niveles históricamente altos”. No obstante, precisa que “el pronóstico se caracteriza por la presencia de riesgos de distinta naturaleza, en un marco de incertidumbre sobre la evolución de las tasas de interés y la cotización del dólar que suelen tener consecuencias directas sobre los precios de los productos básicos”.
El BID concluye sobre el final del estudio que, en el marco de la fuerte desaceleración de la economía y el comercio mundial, las exportaciones de bienes de América Latina y el Caribe crecieron 2,9% interanual en el primer trimestre de 2023, tras expandirse 16,4% en 2022. Aunque destaca: “El desempeño exportador de la región fue mejor que el promedio global, dado que en febrero el comercio mundial ya había ingresado en una fase de contracción”.
¿Qué se espera en el mediano plazo?
Según el informe del BID, aunque la inflación global se ha reducido, las tasas se encuentran todavía históricamente altas en la mayoría de los países, lo que motiva la previsible persistencia de medidas restrictivas y de riesgos para la economía real y el sector financiero. “En este contexto, una ulterior desaceleración del crecimiento, particularmente en los Estados Unidos, podría afectar al principal sostén de las exportaciones de la región en la coyuntura actual”, sostiene el documento.
Asimismo, advierte que resulta relevante la trayectoria del crecimiento de China, un factor de expansión clave para el comercio de la subregión sudamericana.
El BID también refiere que el impacto económico de la modificación de la política de COVID-cero en China contribuyó al leve repunte de la demanda durante los primeros meses del año. Sin embargo, los efectos de la apertura empezaron a disiparse con la consecuente incertidumbre en torno al impacto sobre la demanda real, así como por el efecto que pueda tener sobre los precios de varias materias primas para las cuales el país asiático actúa como el principal demandante global.