La eurozona cayó en la recesión más leve posible durante el invierno boreal, luego de que la invasión rusa a Ucrania catalizara una disparada de los precios energéticos.
En concreto, el grupo de 20 países experimentó una contracción de 0,1% entre enero y marzo, mostraron datos revisados este jueves. El cuarto trimestre de 2022 había visto una caída de igual magnitud, lo que implica el primer declive de 6 meses de duración desde la pandemia de Covid-19.
Los analistas encuestados por Bloomberg habían estimado que los niveles de producción se mantendrían sin cambios durante el período.
El resultado será un duro golpe después de que los políticos y los funcionarios del Banco Central Europeo dijeran en repetidas ocasiones que podría evitarse una recesión, incluso cuando la inflación se disparó a su nivel más alto desde la introducción del euro.
Pero los responsables de formular políticas se alegrarán de que sus miles de millones de euros en ayudas a los hogares de todo el bloque hayan evitado los temores de daños económicos mucho más graves tras la invasión rusa.
Dado que es probable que el crecimiento haya vuelto este trimestre, los gobiernos seguirán reduciendo las ayudas fiscales. Tampoco es probable que el BCE cambie de rumbo, al tiempo que se acerca al final de su histórica campaña de subidas de tasas de interés y considera que derrotar a la inflación es un requisito previo para una expansión económica sostenible.
Lo que dice Bloomberg Economics...
“Esta revisión no afecta al panorama general: la economía es débil, pero no se hunde. Esperamos que el crecimiento se reanude a partir del 2T23, pero que se mantenga moderado hasta 2023, ya que los vientos en contra derivados del endurecimiento de las condiciones de financiación y el debilitamiento de la demanda mundial mantienen la actividad bajo control.”
-Maeva Cousin y David Powell.
La debilidad de la zona euro en el primer trimestre se debió a la caída del gasto público y de los hogares, según Eurostat. Las existencias contribuyeron negativamente, mientras que el comercio apoyó la producción.
Los datos siguen a cifras que revelan que Alemania, la mayor economía de Europa, también sufrió una recesión invernal, al igual que Grecia e Irlanda, mientras que Estonia no crece desde finales de 2021. Otros tres países de la eurozona -Lituania, Malta y Países Bajos- también se contrajeron en el primer trimestre.
Las perspectivas han mejorado desde entonces. La Comisión Europea mejoró sus perspectivas para la región el mes pasado y ahora prevé que el producto interior bruto avance un 1,1% este año y un 1,6% en 2024.
También hay señales positivas en materia de inflación. Aunque el aumento de los precios sigue siendo tres veces superior al objetivo del 2%, tanto el índice general como el subyacente retrocedieron más de lo previsto el mes pasado, y las expectativas de los consumidores también se están moderando.
Esto no impedirá que el BCE suba su tasa de depósito en un cuarto de punto, hasta el 3,5%, la próxima semana.
--Con la colaboración de Joel Rinneby y Mark Evans.
Lea más en Bloomberg.com