Recuperación económica global será débil y plagada de inflación, según la OCDE

Tanto el crecimiento de este año cómo el del 2024 estarán por debajo del promedio de 3,4% visto en los siete años previos a la pandemia, según la organización

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Bloomberg — La economía global verá una recuperación débil tras los shocks de la pandemia y la invasión de Rusia a Ucrania, y estará plagada de inflación y los efectos de las políticas monetarias restrictivas de los bancos centrales, dijo la OCDE.

La organización estima un crecimiento de la actividad global de 2,7% este año y una pequeña mejora a 2,9% el que viene. Ambas cifras están por debajo del promedio de 3,4% visto en los siete años previos a la pandemia.

EE.UU., la zona euro y China tendrán la misma debilidad relativa, mientras que la inflación será más alta que en el período hasta 2019, indicó la organización.

La situación crea un quebradero de cabeza para los bancos centrales, ya que deben seguir reaccionando ante unas presiones de los precios subyacentes que están resultando más fuertes de lo esperado sin perjudicar en exceso el crecimiento, dijo la OCDE.

“Por supuesto, los bancos centrales deben permanecer vigilantes y sopesar ambos lados del riesgo”, declaró en rueda de prensa Clare Lombardelli, economista jefe de la organización.

“Evidentemente, no deben apretar demasiado hasta el punto de que eso tenga un impacto en el crecimiento mayor del necesario. Se trata, pues, de un delicado equilibrio para los bancos centrales, pero hoy decimos que deberán mantener una política monetaria restrictiva hasta que haya pruebas de que la inflación ha vuelto de forma duradera al objetivo, y eso significa tanto la inflación subyacente como la general”.

La advertencia se produce un día después de que el Banco Mundial advirtiera de que la economía mundial se encuentra en una situación precaria y se encamina hacia una sustancial ralentización del crecimiento a finales de este año, a medida que las subidas de los tipos de interés empiecen a hacer mella.

Las principales autoridades monetarias se enfrentan a decisiones inminentes sobre si hacer una pausa o continuar con el ciclo más rápido de subidas de tasas desde la década de 1980, y tanto la Reserva Federal como el Banco Central Europeo tienen previsto reunirse la próxima semana.

La OCDE afirma que las subidas de tasas anteriores se están dejando sentir cada vez más -sobre todo en los mercados inmobiliario y financiero-, pero que su efecto pleno no se manifestará hasta finales de este año y en 2024. Para empañar aún más el panorama, dijo que existe incertidumbre sobre la fuerza de ese impacto, mientras que la inflación podría seguir siendo más persistente de lo esperado.

“Persiste una gran incertidumbre sobre las perspectivas económicas, y los principales riesgos para las previsiones apuntan a la baja”, afirmó la OCDE.

Aún así, instó a los bancos centrales a seguir siendo restrictivos e incluso a subir más las tasas si fuera necesario hasta que haya señales claras de que la presión inflacionaria subyacente se reduce de forma duradera. La OCDE señaló que las autoridades deberían hacer pleno uso de los instrumentos de liquidez si las políticas más restrictivas crean tensiones en el mercado y que los gobiernos de los mercados emergentes podrían llevar a cabo temporalmente intervenciones cambiarias o controles de capital para evitar riesgos graves para la estabilidad.

Para ayudar a los bancos centrales a limitar el grado en que las presiones de la demanda avivan la inflación, los gobiernos deberían dirigir las ayudas fiscales a los hogares únicamente a los más vulnerables, según la OCDE. Sus datos muestran que las ayudas para mitigar los costes de la energía siguen siendo considerables en Europa y, en su mayoría, no están orientadas, lo que también ejerce presión sobre las finanzas públicas, que ya soportan una mayor carga de la deuda tras la pandemia del Covid.

“Las opciones para los responsables de la política fiscal son más claras, pero no más fáciles de aplicar, dada la inherente sensibilidad política de las decisiones políticas con efectos redistributivos directos”, afirmó Lombardelli.

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