Bloomberg Línea — El involucramientos de latinos en tiroteos masivos en los Estados Unidos va en aumento. Sin embargo, la realidad es que la supremacía blanca latina pese a parecer un fenómeno nuevo lleva algunos años, según da cuenta la publicación El Tiempo Latino.
Hasta mayo de 2023, más de 17.000 personas habían muerto por armas de fuego en Estados Unidos, y los latinos, que suponen más de 60 millones de individuos en el país, compran armas en número creciente. Esto tiene que ver con factores tales como el extremismo y el miedo, de acuerdo a una entrevista realizada por The New Yorker.
Los latinos se han insertado y han adoptado la cultura estadounidense y su política, incluidas sus formas más extremas y violentas.
La ideología de una supremacía blanca sostiene la creencia en la superioridad de la raza blanca por sobre otras en términos de inteligencia, cultura, logros y capacidad para gobernar. Sus seguidores buscan mantener y promover la dominación política, económica y social de los blancos sobre otras razas, considerándolas inferiores o una amenaza.
Parecería ser una paradoja que hubiese ciudadanos latinos que adhieran a esta ideología, a pesar de identificarse como no blancos. Sin embargo, existe un grupo creciente cuyas acciones y afiliaciones apoyan a los supremacistas blancos.
Se ha descripto a algunos latinos como buscadores de una “blancura aspiracional” o una “blancura multirracial”, conceptos que ayudan a explicar cómo los latinos pueden ser tanto potenciales perpetradores como víctimas de la creciente violencia racial en Estados Unidos, sostiene un artículo de El Tiempo Latino.
¿Qué lleva a los latinos a seguir a los supremacistas blancos?
Hechos de violencia como el tiroteo en 2019 en un supermercado en El Paso, Texas, donde murieron 23 personas en su mayoría latinas, causaron un aumento en la compra de armas en esa comunidad. Algo similar ocurrió con la pandemia del Covid-19 y los temores asociados de crímenes violentos también contribuyeron con que los latinos se armaran.
Según National Shooting Sports Foundation, los latinos representaron un 49% en la compra de armas en Estados Unidos en 2020, una tendencia sostenida en 2021.
Solo en Texas, ha habido 21 tiroteos masivos en lo que va del año, dejando 34 personas muertas y 82 heridas. En al menos cuatro de ellos, los tiradores eran latinos.
Durante las décadas de 1979 y 1980, se popagó en América Central y América del Sur grupos paramilitares anticomunistas y antiindígenas como el Escuadrón de la Muerte de Derecha (RWDS). Estas agrupaciones han ganado popularidad entre las organizaciones de de derecha de Estados Unidos, en particular los ultranacionalistas Proud Boys.
Los Proud Boys son un grupo de extrema derecha fundado en Estados Unidos en 2016 por el periodista de Vice Media, Gavin McInnes. Los Proud Boys se autodenominan como una “fraternidad occidental” y promueven ideas y valores conservadores, nacionalistas y anti-progresistas.
Precisamente, el cubano-estadounidense Enrique Tarrio, exlíder del grupo Proud Boys, fue declarado culpable de conspiración sediciosa por su papel en el asalto al Capitolio en enero de 2021. Tarrio ya había sido sentenciado a cinco meses de cárcel por incendiar una pancarta de Black Lives Matter, robada de una histórica iglesia negra en Washington.
Activistas y especialistas dicen que este tipo de organizaciones han estado buscando cómo atraer a más adeptos, entre ellos a hispanos. “Hay personas de casi todas las comunidades que llegan a sentirse atraídos por retórica misógina, agresiva y conspirativa, y luego se radicalizan con bastante rapidez”, dice Brian Levin, director del Centro para el Estudio del Odio y el Extremismo en la Universidad Estatal de California, San Bernardino.
Ejemplo de ello es lo ocurrido el 6 de mayo pasado, cuando Mauricio García, mexicano-estadounidense de 33 años, mató a ocho personas en un centro comercial de Allen, Texas. Según los investigadores, en sus redes sociales García manejaba una retórica de supremacía blanca, misógina y antisemita.
Según The Guardian, para las personas de ascendencia latina, el atractivo de la política protofascista de derecha proviene de una compleja y contradictoria mezcla de desinformación existente en las comunidades latinas, la presencia de influencias autoritarias de sus países de origen y una cercanía a la idea de la “raza blanca” en Estados Unidos que se basa más en el dominio sobre las personas que en el color de la piel. En este mundo, la violencia constituye una respuesta política adecuada a las amenazas dirigidas contra dicho dominio.