Bloomberg — Una encuesta realizada por Knight Frank entre 350 directivos del sector inmobiliario revela que las grandes empresas tienen previsto reducir el tamaño de sus oficinas en los próximos años, lo que refleja la transformación que se está produciendo en el mercado inmobiliario comercial.
Entre las mayores empresas, es decir aquellas con más de 50.000 empleados, la mitad de las encuestadas prevén reducir sus carteras globales, y la mayoría entre un 10% y un 20%.
En contraste, otros datos indican que una mayor proporción de empresas más pequeñas, es decir aquellas con menos de 10.000 empleados, prevén ampliar sus oficinas, con un 55% de planes de crecimiento.
Según Lee Elliott, director global de investigación de ocupantes de Knight Frank, los responsables de la toma de decisiones de las empresas miran ahora más allá del impacto inmediato de la pandemia y consideran una gama más amplia de factores empresariales para dar forma a sus futuras estrategias inmobiliarias corporativas.
La evolución del panorama del mercado inmobiliario comercial se hace cada vez más patente a medida que empresas de distintos tamaños adaptan sus necesidades de espacio de oficinas en respuesta a circunstancias cambiantes y consideraciones empresariales a largo plazo.
El auge del trabajo híbrido desde la pandemia ha aumentado la preocupación por la cantidad de espacio de oficinas en ciudades de todo el mundo que puede quedar obsoleto. Ciudades como Los Ángeles, San Francisco y Boston ya han visto cómo los propietarios devolvían las llaves al dispararse las tasas de desocupación en medio de una demanda anémica de todos los nuevos espacios, salvo los mejores.
Sin embargo, la relativa escasez de construcción en muchos mercados significa que hay una carencia de los mejores espacios nuevos con las mejores credenciales medioambientales que puedan ayudar a las grandes empresas a cumplir sus objetivos ecológicos y atraer a los empleados de nuevo a la oficina. Esto está favoreciendo los alquileres de los mejores espacios, incluso cuando la demanda de edificios más antiguos y anticuados se desploma.
“El aumento de la obsolescencia funcional y física de los edificios impulsará a los ocupantes a buscar espacios de mayor calidad, más sostenibles y con más comodidades, pero la oferta de estos espacios está sufriendo una presión cada vez mayor en los mercados mundiales”, afirmó Tim Armstrong, responsable mundial de estrategia y soluciones para ocupantes de Knight Frank.
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