Bloomberg Línea — El Gobierno cubano festejó recientemente el 60 aniversario del inicio de la colaboración médica internacional, que comenzó con la primera brigada que partió el 23 de mayo de 1963, a Argelia.
Seis décadas después, 605.698 trabajadores de la salud, entre médicos y enfermeros cubanos han atendido a más de 1.988 millones de personas en 165 países. Actualmente, 22.400 profesionales del llamado Ejército de Batas Blancas cubano están en 57 naciones, incluyendo Italia y Catar, según cifras oficiales.
El presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez dice que la colaboración médica internacional es uno de los hechos más trascendentales de la Revolución, y a la fuerza de trabajo la llama protagonista de una “noble proeza”.
La ‘exportación’ masiva de profesionales de la salud a través de misiones médicas supone un lucrativo modelo, que entre 2011 y 2015 dejó ingresos de US$ 11.000 millones por año, dicen cifras oficiales, y que según organizaciones le ha permitido al Gobierno vender una faceta altruista, con el personal que las integra expuesto a todo tipo de violaciones de sus derechos y que contrasta con el sistema de salud de la Isla en precariedad.
“Realmente es el verdadero infierno. El sistema de salud de Cuba es caótico”, dijo Leandro Castellanos, médico internista cubano en Blu Radio, al rechazar las aseveraciones de la vicepresidenta colombiana, Francia Márquez, que en el marco de la Feria del Libro en Cuba señaló que el sistema de atención en salud de la Isla es uno de los mejores.
Márquez no es la única en exaltar el modelo de medicina preventiva cubano; el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo que seguirá contratando médicos cubanos como parte de su plan “para universalizar el sistema de salud”, y afirmó que son ya 700 los médicos que hoy trabajan en distintos estados del país.
La contratación de las brigadas no está exenta de controversia. El Gobierno de México blindó la información sobre el gasto público que ha destinado a la contratación de más médicos cubanos para atender en zonas alejadas y el desembolso por la compra de 9 millones de dosis de la vacuna Abdala sin aval de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para la campaña de refuerzo contra el covid-19, algunas de ellas a punto de caducar.
A una solicitud hecha al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) por el periódico Reforma, la Secretaría de Salud Federal respondió que no podía hacerse pública tal información por ser considerada de seguridad nacional y que podría “perjudicar” la relación con Cuba.
El modelo cubano, ¿cómo funciona?
A lo largo de los años, el Gobierno cubano ha implementado diferentes formas de brindar su ayuda solidaria internacional, por un lado, la de enviar brigadas médicas de la forma más económica posible a países pobres, y de manera paralela traer a jóvenes de esas naciones a estudiar Medicina en Cuba, totalmente gratis.
En ello destaca la creación de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), fundada en 1998, donde se han graduado más de 30.000 estudiantes de medicina de varias nacionalidades.
Otros países mantienen el sistema de asistencia técnica compensada, en la cual el país receptor otorga un estipendio al colaborador, quien a su vez aporta una parte de este para sustentar la salud pública gratuita que existe en Cuba.
No obstante, organizaciones de derechos humanos tienen otra versión. “Los médicos cubanos viven esclavitud moderna y están sometidos a trabajo forzado”, dijo el presidente de Prisoners Defenders, Javier Lanrrondo, al agregar que la Organización de Naciones Unidas envió una carta acusatoria a Cuba luego de que la Relatoría Especial de Esclavitud y la Relatoría Especial de la Trata de Personas constataran violaciones de derechos.
De acuerdo con un informe de Prisoners Defenders realizado a partir de 1.400 testimonios directos, el 75% de los médicos no va de forma voluntaria y el 80% dice que no sabe al país destino.
Lanrrondo dijo que a los profesionales enrolados en las “misiones” se les confiscan sus pasaportes y no pueden viajar con sus títulos legalizados, además que son obligados a remesar entre el 80 y 95% de su salario al gobierno cubano.
“Así se está manteniendo a Cuba”, dijo Julio Castillo López, director de la Fundación Rafael Preciado de México, quien asegura que la mitad del personal de las brigadas son en realidad activistas políticos para ideologizar.
“El modelo marxista cubano siempre fue un fracaso. Siempre lo tuvo que mantener otro país. Si no fue Rusia, pues fue Venezuela y ahora son diferentes ventas como los contratos para los médicos cubanos”, agregó, al compartir sus puntos de vista en el coloquio Los desafíos a la democracia en Centroamérica.
En contraparte, el investigador Omar Stainer Rivera Carbó, autor del libro La Casa Blanca contra Las Batas Blancas, de la Casa Editorial Verde Olivo, asegura que hay acción directa e indirecta de Estados Unidos “para obstaculizar e impedir, a toda costa, el accionar de los profesionales de la salud en el escenario mundial”.
“Tratan de presentar una obra loable y de humanismo, como detestable”, dijo el escritor a medios, al sugerir que el discurso de médicos esclavos llevó a que Brasil, Bolivia, Ecuador y El Salvador cerrarán brigadas cubanas.