Caracas — “¿Cómo generar US$1000 invirtiendo solo US$350?” ha sido parte de la campaña de una compañía de envíos aéreos y marítimos desde China a Venezuela, que ahora se empaña con decenas de denuncias de usuarios por meses de retrasos en sus pedidos, y ausencia de respuestas más allá de la falta de liquidez declarada por la empresa.
El empresario Carlos López confió la importación de artículos y vestimenta de su bebé y otros para la venta a través de Latimcargo & Trading Inc, y ya suma casi cinco meses de espera desde el primer expediente -por encima de los 90 días estipulados-, y más de US$3.000 entre pagos de flete e inversión por otros cinco cargamentos.
La compañía, con sede en la ciudad de Guangzhou, China, que se ha especializado en el mercado latinoamericano de acuerdo a un resumen publicado en su portal oficial, reforzó su presencia en Venezuela durante la pandemia con contrataciones de influencers con prestigio en el país y videos de preparación de platos tradicionales como la arepa. Sus cuentas en redes sociales superaron los 300 mil seguidores.
Tres años después, un cartel del ente regulador del sector postal nacional Ipostel, publicado en los espacios de la empresa en el este de Caracas, confirmó la clausura física en el país, alegando la ausencia de conseción postal para sus operaciones.
“Elegimos esta empresa gracias al uso de figuras reconocidas de la televisión como Daniel Sarcos y Maite Delgado. Al principio todo iban bien y de repente ocurrió esto. Pareciera que hay muchas empresas que están trabajando sin este permiso postal y cuando las fiscalizan, empiezan los problemas”, comentó Francisco Herrera, uno de los afectados.
Un par de meses luego de la fiscalización comenzaron las quejas en redes. La compañía dio respuesta pública con bloqueo de comentarios y un comunicado en el que rechazaba las acusaciones de presunta estafa, atribuyendo el retraso al rebrote de covid-19 en la nación asiática, las protestas y un elemento sorpresa: el retiro de un socio en Venezuela con el cobro de sus activos, descapitalizando la empresa.
Son más de 80 usuarios los que han logrado reunirse en grupos de WhatsApp e Instagram en búsqueda de soluciones, o al menos para el control y seguimiento de expedientes, atentos a quien logre avanzar. La mayoría de ellos son emprendedores, con negocios particulares y otros jurídicos que buscaban en las importaciones desde China mejorar sus inventarios o al menos disminuir la inversión sin desmejorar las ganancias, tal y cómo era ofrecido por Latimcargo.
Muchos de los contenedores, que los usuarios estiman pueden ser hasta 11 de ellos, se muestran como recibidos en la aduana de Puerto Cabello, hacia el centro-occidente venezolano. Agentes especializados han comentado a los afectados que la retención obedece a una falta de pago para el traslado por parte de los encargados de la empresa de envíos.
Desde 2018, el Ejecutivo venezolano ha extendido la exoneración de impuestos para un total de 2.008 códigos arancelarios de importaciones. Aun así, existen tabuladores para los fletes correspondientes a cargas pesadas desde Puerto Cabello a Valencia, capital del estado Carabobo, que son calculados entre US$1.000 y US$1.500.
A Rubén Díaz, CEO y fundador de Latimcargo le fue enviado el pasado jueves un cuestionario por parte de Bloomberg Línea luego de que lo requiriera para poder ofrecer la entrevista, y solo se ha obtenido como respuesta que el mismo sería revisado por el equipo legal. Hasta la fecha de publicación de este artículo no se había respondido lo comentado.
En cada uno de los contenedores se calcula entre 100 y 150 pedidos. Los propietarios de estos paquetes indicaron a Bloomberg Línea que ya fue cancelado lo correspondiente al envío, pero que estarían dispuestos a una negociación para el retiro, en caso de ser necesario.
López vendió su vehículo para invertir en el negocio de artículos para bebés y niños. Antes había importado desde Estados Unidos, pero vio una oportunidad para hacerlo desde China a un menor costo. Considera que acumula en pérdidas cerca de US$4.200, sin incluir las ganancias de lo que esperaba vender.
Otros comerciantes como él, que prefirieron mantener sus nombres en reserva por motivos de seguridad, explicaron en conversación con BBL que sus pérdidas superan los US$20.000 tras inversiones de US$5.000 entre productos de aseo personal, juguetes y vestimenta, adquiridos a través de Alibaba, un consorcio privado chino dedicado al comercio electrónico en Internet.
Latimcargo designó asesores para la atención de denuncias y otros requerimientos. Varios de ellos renunciaron durante los últimos meses y otros fueron despedidos, de acuerdo a declaraciones de los afectados representados por estos agentes ante la compañía.
Mientras tanto, se mantiene la promoción y publicidad del servicio sin ofrecer respuestas concretas sobre los paquetes retenidos o bajo la promesa de que próximamente serán entregados.
Hay quienes optarán por aferrarse a esta posibilidad. Otros se encuentran organizándose para elevar la denuncia ante la Fiscalía General frente a una empresa que asegura contar con 20 años de trayectoria, 6 de ellos en Venezuela.