Bloomberg — Los programadores que mantienen la blockchain de Bitcoin están discutiendo si deben acabar con los memecoins que pululan por la red. Esta disyuntiva se da luego de que en mayo, un torrente de monedas especulativas provocó un número récord de transacciones y multiplicó por 11 las tasas de procesamiento en la cadena de bloques, creando un atasco y obligando a la bolsa Binance a detener temporalmente las retiradas de Bitcoin.
El tumulto se ha calmado desde entonces, pero algunos puristas de las criptomonedas temen que el futuro comercio frenético de memecoins como la rana Pepe vuelva a colapsar la red y perturbe el uso de Bitcoin para pagos y como depósito de valor. Abogan por desplegar software para bloquear las transacciones, una especie de filtro de spam.
Abuso del sistema y temores a nuevos colapsos de la red
“Creo que se está abusando del sistema”, afirma Ali Sherief, desarrollador de Bitcoin. “Bitcoin nunca fue concebido para servir de base a los meme tokens”.
En un correo electrónico anterior al grupo de desarrolladores del mayor activo digital, Sherief escribió que “los tokens sin valor amenazan el uso fluido y normal de la red Bitcoin como moneda digital peer-to-peer.”
Otros defienden la innovación de software, llamada Ordinals, que permite a la blockchain de Bitcoin albergar por primera vez un gran número de monedas meme y tokens no fungibles -coleccionables digitales-, argumentando que puede tener aplicaciones más amplias.
El desarrollador Casey Rodarmor creó Ordinals para permitir a los usuarios inscribir contenidos digitales como vídeos, imágenes y texto en satoshis, la unidad más pequeña de Bitcoin. Hay 100 millones de satoshis en un Bitcoin.
La innovación de Rodarmor despegó este año y fue aprovechada por el analista seudónimo de blockchain Domo para desarrollar el estándar Bitcoin Request for Comment -o BRC-20-, que dio lugar a la explosión de memecoins.
Ahora hay unos 25.000 memecoins en la blockchain de Bitcoin con un valor de mercado de unos 475 millones de dólares, según el sitio web brc-20.io. La cifra había superado los 1.000 millones de dólares a principios de mayo.
Jameson Lopp, cofundador del proveedor de soluciones de criptoalmacenamiento Casa, afirmó que la red Bitcoin está concebida como un “mercado de subastas para el espacio de bloques” -el lugar donde se almacenan los datos- y que Ordinals no hizo sino avivar la demanda.
Como resultado, ver las memecoins como un ataque de denegación de servicio es “como decir que cualquier forma de subasta es una denegación de servicio, y quien gana está denegando a todos los perdedores de la subasta”, dijo Lopp.
En un momento dado, el mes pasado, los meme tokens y los NFT representaban el 65% de las transacciones en la blockchain de Bitcoin. La proporción ha retrocedido, pero sigue siendo elevada. La comisión media por transacción comenzó abril en 2,80 dólares, alcanzó los 30 dólares a principios de mayo y se enfrió hasta los 4 dólares a finales de mes, según muestran los datos de Coinmetrics.
El aumento de las comisiones ha sido una bendición para los mineros, los operadores de los equipos informáticos que sustentan Bitcoin, que han obtenido 45 millones de dólares de la actividad relacionada con los ordinales, según cifras de Dune Analytics.
Para el veterano desarrollador de Bitcoin Luke Dashjr, las transacciones Ordinals son como spam y deberían mantenerse fuera de la blockchain de Bitcoin. Incluso ha creado un programa, Ordisrespector, para que los nodos informáticos de la red puedan hacerlo.
“Deberían haberse tomado medidas hace meses”, escribió Dashjr en un grupo de desarrolladores. “La filtración de spam ha sido una parte estándar de Bitcoin Core desde el día 1″.
Incertidumbre respecto a qué pasará
Dado que ninguna persona o entidad controla la red Bitcoin, nadie sabe si con el tiempo surgirán acciones sostenidas contra las memecoins y las NFT. Otra posibilidad es que algunas personas decidan crear una versión de Bitcoin -denominada hard fork- que no admita ordinales.
“No veo una masa crítica de personas que se unan en una única alternativa a Bitcoin que sea incompatible con los tokens BRC-20″, afirma Andrew Poelstra, director de investigación de Blockstream.
En medio de la controversia, las principales conclusiones del fenómeno Ordinals incluyen la capacidad de utilizar la red Bitcoin de formas novedosas y la necesidad de ampliar su capacidad de transacción para evitar futuros atascos.
El verdadero valor de Ordinals es la capacidad de almacenar datos arbitrarios en la red Bitcoin, según Sami Kassab, analista de investigación de Messari.
“Ya sean artistas, activistas o incluso gobiernos los que acaben aprovechando este espacio de almacenamiento, está claro que la demanda y el coste del mismo probablemente aumentarán en el futuro”, afirma Kassab.
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