Acuerdo sobre techo de deuda fue necesario para evitar un colapso económico: Biden

El presidente de EE.UU. firmará el acuerdo el 3 de junio en medio de frustración de legisladores republicanos y demócratas

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Bloomberg — El presidente de Estados Unidos Joe Biden defendió el acuerdo de límite de deuda que alcanzó con los republicanos como algo necesario para evitar un “colapso económico”.

El acuerdo será firmado por el mandatario el sábado 3 de junio en medio de la frustración de muchos legisladores de ambos partidos que respaldaron el acuerdo a regañadientes.

“Nadie obtuvo todo lo que quería, pero el pueblo estadounidense obtuvo lo que necesitaba. Evitamos una crisis económica y un colapso económico”, dijo Biden el viernes 2 de junio en un discurso nacional desde la Oficina Oval, en donde indicó que el acuerdo era un logro bipartidista.

El acuerdo que Biden elaboró con el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, evitó el primer incumplimiento de pago de la deuda del país, que habría tenido consecuencias desastrosas para las economías estadounidenses y mundiales.

Los dos acordaron suspender el límite de deuda hasta el 1 de enero de 2025, a cambio de restricciones en el gasto público.

“Lo que estaba en juego no podría haber sido más alto. Si no hubiéramos podido llegar a un acuerdo sobre el presupuesto, hubo voces extremas que amenazaron con llevar a Estados Unidos por primera vez en nuestros 247 años de historia al incumplimiento de pago de nuestra deuda nacional”, dijo Biden. “Nada hubiera sido más irresponsable. Nada hubiera sido más catastrófico. Nuestra economía habría entrado en recesión”.

Biden elogió a McCarthy por ayudar a elaborar el acuerdo.

“Cuando me postulé para presidente, me dijeron que los días del bipartidismo habían terminado, que los demócratas y los republicanos ya no podían trabajar juntos. Pero me negué a creer eso. Porque Estados Unidos nunca puede ceder a esa forma de pensar”, dijo.

Se proyecta que el acuerdo reduzca los déficits federales en alrededor de $1.5 billones durante una década, según la Oficina de Presupuesto del Congreso, un ente no partidista.

“Estamos recortando el gasto y reduciendo los déficits al mismo tiempo. Estamos protegiendo prioridades importantes desde el Seguro Social hasta Medicare, Medicaid, veteranos y nuestras inversiones transformadoras en infraestructura y energía limpia”, dijo Biden.

El discurso del viernes 2 de junio han sido las declaraciones más amplias del presidente sobre el techo de la deuda desde que se aceleraron las negociaciones. Biden había dicho poco públicamente sobre las conversaciones, lo que frustró a algunos de sus aliados demócratas, pero probablemente ayudó a crear un ambiente que permitió que ambas partes se comprometieran.

El acuerdo solo se finalizó después de meses de polémicas idas y venidas entre Biden y McCarthy. Los negociadores se apresuraron a redactar un acuerdo antes del 5 de junio, la fecha en que la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, había dicho que EE.UU. se quedaría sin efectivo para pagar sus cuentas si el Congreso no elevaba o suspendía el límite de endeudamiento.

La Cámara aprobó la medida el miércoles 31 de mayo y fue aprobada por el Senado un día después. El Departamento del Tesoro señaló que una firma de fin de semana brinda suficiente tiempo para mantener el flujo de pagos.

El acuerdo contiene victorias para ambas partes. Retrasa otro enfrentamiento partidista sobre el límite de la deuda hasta después de las elecciones de 2024, cuando Biden busca un segundo mandato, y dejó intactos los logros legislativos del primer mandato del presidente.

Lo pactado también cambió la trayectoria del gasto federal, limitando los fondos para la defensa y los programas domésticos durante dos años, al tiempo que suavizó las reglas de permisos para algunos proyectos de energía e infraestructura y recuperó algunos fondos para los agentes del Servicio de Impuestos Internos y el alivio de Covid-19.

Aún así, muchos legisladores de derecha e izquierda criticaron sus términos, y algunos que la apoyaron dijeron que votaron a regañadientes. Los conservadores de la Cámara dijeron que los recortes de gastos no fueron lo suficientemente lejos, mientras que algunos republicanos del Senado se opusieron a los límites en los gastos de defensa.

Los progresistas criticaron los nuevos requisitos de trabajo para los estadounidenses mayores que reciben asistencia alimentaria y la aprobación del gasoducto de gas natural Mountain Valley.

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