La NASA y Boeing Co. anunciaron que suspenderían sus planes para enviar una prueba de vuelo tripulada de su nave espacial Starliner desde y hacia la Estación Espacial Internacional (ISS).
Este es el último de varios contratiempos al programa Starliner de Boeing. La compañía había planeado lanzar su vuelo de prueba el 21 de julio, que habría sido la primera vez que Starliner transportara humanos al espacio.
En una conferencia de prensa el jueves, la NASA y Boeing dijeron que recientemente habían descubierto dos nuevos problemas con Starliner, entre ellos, la cinta inflamable e inconvenientes con los paracaídas del vehículo. Dijeron que pasarán los próximos cinco a siete días averiguando cómo avanzar con el cronograma, pero no dieron una nueva fecha estimada de lanzamiento.
“Podemos decir que estamos decepcionados porque significa un retraso, pero el equipo está orgulloso de que estamos tomando las decisiones correctas”, dijo Mark Nappi, vicepresidente y gerente de programas de Starliner en Boeing.
El 25 de mayo, un panel asesor de seguridad de la NASA expresó su preocupación por los problemas pendientes que debían resolverse con Starliner antes de la fecha de lanzamiento prevista, incluidos los problemas continuos con los paracaídas y el software del vehículo.
Durante una reunión del panel, los asesores de seguridad reconocieron que algunos de los problemas datan de hace mucho tiempo, mientras que otros surgieron recientemente durante el análisis y las pruebas. El panel instó a la NASA a crear un equipo independiente para “que eche un vistazo profundo” a los problemas.
“Dada la cantidad de desafíos restantes para la certificación de Starliner, recomendamos encarecidamente a la NASA que dé un paso atrás y analice el trabajo restante”, dijo Patricia Sanders, presidenta del Panel Asesor de Seguridad Aeroespacial de la NASA, durante la reunión. La NASA comunicó más tarde una lista de los elementos restantes que debían manejarse antes del primer vuelo espacial tripulado de Starliner.
Boeing y la NASA ya habían demorado esta prueba de lanzamiento en otras ocasiones. La dupla había pospuesto el vuelo a julio desde finales de abril. Antes de eso, se habían propuesto lanzar Starliner en febrero. Los retrasos continuos le han costado a Boeing hasta US$883 millones desde 2020, dijo la compañía.
Boeing diseñó y desarrolló Starliner para el Programa de tripulación comercial de la NASA. Como parte del programa, dos empresas —Boeing y Space Exploration Technologies Corp. de Elon Musk— fueron contratados para construir vehículos que pudieran transportar astronautas hacia y desde la Estación Espacial Internacional. La nave espacial de SpaceX, Crew Dragon, llevó con éxito a sus primeros astronautas a la ISS en 2020.
Starliner también ha sufrido numerosos problemas técnicos, tanto en vuelo como durante las pruebas. Boeing se vio obligado a realizar dos pruebas de vuelo sin tripulación después de que problemas de software impidieran que Starliner llegara a la estación espacial en su primer intento. La empresa envió con éxito Starliner a la ISS en mayo de 2022, Sin embargo, ese vuelo también sufrió fallas técnicas menores durante la misión.
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