Bloomberg — La Cámara de Representantes aprobó una ley sobre el límite de la deuda forjada por el presidente Joe Biden y el presidente de la Cámara Kevin McCarthy, que impondría restricciones al gasto público hasta las elecciones de 2024 y evitaría una desestabilizadora suspensión de pagos en Estados Unidos.
Los legisladores de ambos partidos se unieron para aprobar el proyecto de ley 314-117 el miércoles por la noche, enviando la medida al Senado para su consideración a medida que se acerca la fecha límite de impago. La votación consolida la reputación de Biden de pragmatismo y trabajo entre partidos en su intento de lograr un segundo mandato y permite a McCarthy proclamarse vencedor en su primera gran prueba como Presidente de la Cámara.
El acuerdo obtuvo el respaldo de dos tercios de los republicanos de la Cámara, una importante muestra de confianza para McCarthy, cuya estrecha mayoría republicana le hace vulnerable a los desafíos de los miembros descontentos. Pero el proyecto de ley recibió finalmente más votos de la minoría demócrata que de la mayoría republicana, un hecho que los críticos conservadores utilizarán para argumentar que el presidente hizo un mal negocio.
El resultado marcó un raro momento de acuerdo bipartidista en un Washington amargamente dividido.
Los inversores ya han dado por superado en gran medida el peligro de impago de EE.UU. y están centrando su atención en otras incertidumbres con más probabilidades de influir en el crecimiento, como otra posible subida de los tipos de interés de la Reserva Federal y los indicios de debilitamiento de la economía china.
El proyecto de ley sobre la deuda eliminaría la amenaza de otra crisis de impago durante el resto del actual mandato de Biden, suspendiendo el techo de la deuda hasta el 1 de enero de 2025. A cambio, los demócratas acordaron limitar el gasto federal hasta 2025, lo que probablemente obligará a recortar algunos servicios públicos dada la actual tasa de inflación anual del 5%.
El acuerdo se dirige ahora al Senado, donde su aprobación es prácticamente segura y la única cuestión es el calendario. John Thune, el republicano número 2 del Senado, dijo el miércoles que podría haber un acuerdo para aprobar la medida el viernes por la noche, días antes de la fecha límite del 5 de junio.
Durante el debate en la Cámara de Representantes, ambos partidos dieron una vuelta triunfal. McCarthy calificó la legislación de “un paso hacia un gobierno más pequeño”. El líder demócrata de la Cámara, Hakeem Jeffries, dijo que su partido logró “impedir que los republicanos extremistas MAGA estrellaran la economía”
Las restricciones de gasto en el acuerdo pueden tener un gran impacto en los individuos, en particular los jóvenes graduados universitarios que tendrán que reanudar los pagos de préstamos estudiantiles y algunos estadounidenses de bajos ingresos afectados por restricciones de beneficios o recortes de servicios. Pero los economistas de Morgan Stanley estiman que todo el paquete tendrá un “impacto insignificante” en la economía general de EE.UU., y que probablemente reducirá el crecimiento del próximo año en un par de décimas de punto porcentual.
Las decisiones difíciles sobre cómo ajustar los servicios públicos se dejarán en su mayor parte en manos del Congreso, que deberá negociar los distintos paquetes de gasto antes del 1 de octubre, fecha de inicio del próximo año fiscal federal. La Oficina Presupuestaria del Congreso prevé que los topes de gasto requerirán recortes de 64.000 millones de dólares el año próximo, aunque los funcionarios de la Casa Blanca afirman que tienen un acuerdo paralelo para contrarrestar la mayoría de esos recortes, lo que equivale en la práctica a una congelación general del gasto.
Aun así, el acuerdo marca un punto de inflexión hacia la contención del gasto público tras años de rescates récord relacionados con Covid y dos iniciativas emblemáticas de Biden que desencadenaron grandes inversiones gubernamentales en infraestructuras y lucha contra el cambio climático.
Aun así, los conservadores de línea dura denunciaron el compromiso por no satisfacer las demandas republicanas de mayores recortes del gasto y requisitos laborales más estrictos para los beneficiarios de la asistencia alimentaria y otras ayudas contra la pobreza.
La furia entre los ultraconservadores por las concesiones supone un grave riesgo para McCarthy, ya que podría ser expulsado de su puesto incluso por un pequeño grupo de republicanos debido a la estrecha mayoría de su partido. El representante republicano Dan Bishop dijo el martes que pediría una votación para destituir al portavoz.
Los progresistas demócratas también se enfadaron por los recortes de gastos del acuerdo, las disposiciones que agilizan los permisos para proyectos energéticos y la ampliación de los requisitos de trabajo para los cupones federales de alimentos. Reactivar el escaso entusiasmo por Biden que el núcleo de votantes progresistas demócratas muestra en las últimas encuestas será fundamental para la reelección del presidente.
--Con la colaboración de Steven T. Dennis, Jarrell Dillard y Anna Edgerton.
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