Primer ministro japonés despide a su hijo tras escándalo por fiesta en su residencia

La decisión se produjo tras recientes encuestas realizadas durante el fin de semana, que indicaban que el apoyo al gabinete de Fumio Kishida parecía estar descendiendo

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Bloomberg — El primer ministro japonés, Fumio Kishida, anunció su decisión de despedir a su hijo, que ejercía de secretario, tras un escándalo por una fiesta celebrada en la residencia oficial a finales de 2022. Kishida anunció la decisión durante una rueda de prensa, en la que declaró que las acciones de su hijo en un cargo oficial el año pasado se consideraron inapropiadas. El relevo se hará efectivo oficialmente el 1 de junio.

La decisión del primer ministro se produjo tras las recientes encuestas realizadas durante el fin de semana, que indicaban que el apoyo al gabinete de Kishida parecía estar descendiendo, coincidiendo con las críticas a Shotaro Kishida. Una revista había publicado fotos suyas posando en zonas oficiales durante la fiesta, incluida la escalera que suele utilizarse para fotografiar a los ministros recién nombrados.

A pesar de haber reprendido ya a su hijo por el incidente, una encuesta realizada por el diario Asahi reveló que tres cuartas partes de los encuestados consideraban problemático el comportamiento de Shotaro. Otra encuesta realizada por el diario Nikkei indicó una caída de cinco puntos porcentuales en el apoyo al primer ministro Kishida, situándolo en el 47%.

El escándalo se produce cuando la atención se centra de nuevo en los problemas internos del gobierno en lugar de en la escena internacional. Las especulaciones sobre unas elecciones anticipadas se habían visto alimentadas por el éxito de Kishida como anfitrión de la cumbre del G7, en la que la inesperada presencia del presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, obtuvo una amplia aprobación y contribuyó a reforzar el apoyo de los votantes.

Kishida no tiene por qué celebrar elecciones generales hasta 2025, pero acudir a las urnas antes de tiempo sería una oportunidad para renovar su mandato antes de las elecciones a la dirección del partido del año que viene y de la lucha sobre cómo pagar sus promesas de aumentar el gasto en defensa e infancia.

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