Caracas — La más reciente renovación del sistema para obtener una cédula venezolana o tramitar un pasaporte si bien ha mostrado avances en los lapsos de espera, algunas de las implementaciones aprobadas por el Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) no contemplan las deficiencias en el país como la falta de acceso a internet.
Desde mediados de marzo, el Saime avanzó con el nuevo sistema que exige al ciudadano solicitar todos los trámites correspondientes a la identificación a través de su portal digital, con información detallada de sus datos personales que luego les permitirá escoger la fecha, hora y lugar de la cita.
“Cualquiera desde su casa, desde su oficina o desde su móvil (puede pedir la cita). Casi todo el mundo tiene un teléfono inteligente y el que no lo tenga puede venir aquí y en la Oficina de Atención al Ciudadano le prestamos la colaboración (para obtener la cita)”, comentó el director del ente, Gustavo Vizcaíno durante una entrevista, haciendo referencia a las complicaciones que pueden existir en el proceso para quienes no cuentan con los recursos mencionados previamente.
De acuerdo al Observatorio Venezolano de Justicia (OVJ), la declaración de Vizcaíno estaría por confirmarse a medida que la actualización tome forma. Mientras tanto, según las cosideraciones en el informe, las personas de la tercera edad que no manejen las nuevas tecnologías podrían verse afectadas.
“El tiempo dirá si ese anuncio es efectivo”, se expresa en el documento enviado por Acceso a la Justicia, que insiste sin embargo en cómo se continúa ignorando a otros sectores. “Esas afirmaciones parecen ignorar a las poblaciones rurales, de acceso remoto, a los millones en estado de pobreza crítica y a las comunidades indígenas, para las que en la mayoría de los casos un teléfono inteligente es un lujo, más allá de las dificultades de conectividad que existen en tantas partes del país”.
Más del 60% de los venezolanos no dispone de internet en sus hogares, revelado en un informe del Observatorio Venezolano de Servicios Públicos en marzo del año pasado.
La directiva del Saime ha resaltado la relevancia de este novedoso sistema, evaluando la posibilidad de obtener a futuro una cédula con chip, código de barras o QR que contenga la información de cada ciudadano. En sus declaraciones, el funcionario habría dejado entrever que ese nuevo documento tendría un cargo adicional, lo que el OVJ rechaza en favor del artículo 13 de la Ley Orgánica de Identificación.
En ese sentido, el OVJ también destaca como antes ya se habían impulsado propuestas similares, asignando contratos de hasta US$1.400 millones según la organización Transparencia Venezuela a firmas como Albet Ingeniería y Sistemas, rostro comercial de la Universidad de Ciencias Informáticas de La Habana (UCI), que no revelaron mayores avances.
Tras revisar las cifras disponibles en documentos públicos de Albet, en varias leyes de presupuesto y los contratos revelados, la organización calculó que la firma cubana se hizo con 1.400 millones de dólares en Venezuela. No obstante, de la cédula electrónica no hay rastros y, aunque la obtención del pasaporte se agilizó durante unos años, en los últimos ha vuelto a convertirse en un drama para muchos ciudadanos.
“La cédula es imprescindible para la vida cotidiana de los venezolanos, pues es demandada para realizar cualquier trámite oficial o en el sistema bancario, y para ejercer derechos como el desplazamiento interno o el voto. Pese a ello, históricamente el Estado ha mostrado ser incapaz de otorgarles a todos los venezolanos este documento, aun habiendo ingentes recursos para ello y tras haber realizado innumerables promesas”.