Último reloj Chinese Emperor de Patek Philippe se vende por más de US$6 millones

Aisin-Gioro Puyi, el último monarca de la dinastía Qing, conservó el reloj durante años. Se vendió en una subasta de Hong Kong

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Bloomberg — Un reloj Patek Philippe que llevó el último emperador de la dinastía Qing de China se vendió este martes por 48,85 millones de dólares de Hong Kong (US$6,2 millones) una subasta en vivo celebrada en Hong Kong.

La subasta, que duró unos siete minutos, tuvo lugar en la nueva sede de Phillips, en el West Kowloon Cultural de Hong Kong, y a ella asistieron predominantemente coleccionistas y representantes de China continental y locales de Hong Kong.

Aisin-Gioro Puyi, el último emperador de la dinastía Qing, había regalado el reloj a su intérprete Georgy Permyakov, que fue compañero de Puyi cuando estuvo encarcelado en la Unión Soviética entre 1945 y 1950. No se sabe cuándo ni cómo obtuvo Puyi el reloj, que fue terminado en 1937.

Un abanico de papel rojo, que Puyi inscribió personalmente y regaló a su intérprete en Tokio, también se vendió en la subasta por 609.600 dólares de Hong Kong.

“Se trataba de un territorio desconocido e inexplorado, y nadie sabía lo que iba a ocurrir”, declaró Sam Hines, especialista en relojes de la empresa de asesoramiento e inversión en arte The Fine Art Group. “La procedencia no es desde la perspectiva de un coleccionista de relojes, sino desde la perspectiva cultural china”.

El reloj más caro jamás vendido en una subasta fue un Patek Philippe “Grandmaster Chime” supercomplicado, que nunca tuvo un propietario anterior. Se vendió por US$31 millones en 2019.

El proceso para establecer la procedencia del reloj incluyó encontrar a un equipo de periodistas formado por un matrimonio que había entrevistado a Permyakov y poseía fotografías del reloj. (Los periodistas, Russell y Nonna Working, estaban en la venta.) Un instituto especializado en los estudios de Puyi descubrió que éste había pedido a su ayudante, Li Guoxiong, que quitara la superficie de la esfera para averiguar si la base era de platino, una petición que coincide con los daños observados en el reloj.

Aun así, el reloj en sí es valioso incluso sin su historia, afirma Hines. Es uno de los ocho únicos conocidos del modelo 96 Quantieme Lune. Tiene fases lunares y calendario de triple fecha. “Es tan complicado como podían serlo los relojes de pulsera de la época”, dice Hines. “Por sí mismo, sin ninguna procedencia, es muy importante”.

Phillips estimó inicialmente que la venta del reloj superaría los US$3 millones, aunque las subastas anteriores de objetos con procedencia suelen superar las estimaciones. La empresa también ofrecerá 240 lotes durante los próximos dos días en su subasta de relojes.

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