Caracas — Desde marzo del año pasado, Venezuela no ajusta el salario mínimo que se mantiene en US$5 al mes. En lugar de ello, ha logrado esquivarle con aumentos de bonos sociales y beneficio alimentario, lo que ha permitido una reducción en el gasto cuando se compara el impacto de ambas decisiones.
Para finales de mayo, la firma Síntesis Financiera estima que el gasto total del mes será de US$788 millones, que si bien representa un aumento de 30% con respecto a abril, resulta de menor intensidad si se revisa el incremento registrado en marzo de 2022 cuando se ubicó por encima de 57% como efecto del ajuste salarial en ese momento.
El impacto del aumento del denominado bono contra la guerra económica y el cestaticket a propósito del Día del Trabajador ha supuesto una presión en el mercado cambiario, que el Banco Central de Venezuela (BCV) ha logrado atender con asignaciones de divisas de hasta US$130 millones en las últimas dos semanas.
“El valor en dólares del gasto está estabilizado”, asegura la consultora dirigida por las economistas Tamara Herrera y Ruth de Krivoy en su briefing financiero, a propósito del gasto total acumulado en lo que va de año, el que representa US$3.213 millones.
Esta cifra representa apenas el 3% del gasto estimado durante el mismo período el año pasado, y a juicio del análisis difundido en su portal oficial, podría continuar en tendencia estable para el resto del 2023, sugiriendo menor volatilidad en el tipo de cambio.
La decisión de la administración de Nicolás Maduro representa, de acuerdo a sus declaraciones, la falta de recursos para mantener un nuevo aumento salarial en medio del contexto inflacionario en el país. El chavismo acusa a las sanciones económicas y la corrupción recién develada en Petróleos de Venezuela (Pdvsa) de impedirle avanzar en la mejora del ingreso de los trabajadores.
La asignación del bono contra la guerra económica tiene como base esta premisa, y es por ello que fue indexado a la tasa de cambio publicada por el BCV mes a mes, al igual que el cestaticket o beneficio alimentario para los empleados.
Ambas figuras, sin embargo, marcan montos diferentes para quienes lo reciben, bien sean jubilados, pensionados o activos, siendo además el bono contra la guerra económica entregado a través de la plataforma Patria, sin ninguna incidencia salarial y estando sujeto a su suspensión una vez sea superada la crisis económica.
Las protestas de trabajadores públicos, pensionados y jubilados se mantienen en todo el país, mientras se continuan desarrollando mesas técnicas con la observación de represantes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en espera de nuevos resultados y metodologías para ingresos laborales.
