Bloomberg — El banco central de Israel se encamina este lunes una 10ª alza consecutiva de las tasas de interés, un récord, aun cuando los costos de endeudamiento ya se encuentran en su mayor nivel desde 2006.
El ciclo de endurecimiento monetario iniciado en abril del año pasado, cuando las tasas estaban próximas a cero, no ha logrado frenar una inflación que se encamina a sobrepasar el objetivo gubernamental por segundo año seguido. La persistente fragilidad de la divisa nacional está contribuyendo al aumento de los precios.
Un grupo de economistas consultados por Bloomberg prevé por unanimidad que la tasa de referencia del banco central israelí suba del 4,5% al 4,75%, equiparándose así a la subida de 25 puntos porcentuales aplicada este mes por la Fed estadounidense.
“A pesar de que la tendencia parezca modificarse en otras latitudes, Israel aún no ha llegado a ese punto”, afirmó Guy Beit-or, economista principal de Psagot Investment House, que prevé una subida de al menos 25 puntos básicos. “En abril, el nivel de inflación fue poco menos que dramático.
La inflación interanual en abril fue del 5% respecto al año anterior, superando el rango objetivo del gobierno del 1% al 3%. Mensualmente, llegó a 0,8%, el doble de lo que habían anticipado los economistas.
El sorpresivo aumento de precios de abril fue impulsado por mayores costos de alquiler de viviendas, productos agrícolas y viajes al extranjero, alimentados en gran parte por la festividad de la Pascua judía.
Dado que el shekel se ha depreciado un 3,8% frente al dólar este año, Goldman Sachs Group Inc. (GS) dijo que “sin el apoyo del tipo de cambio, será mucho más difícil para el banco central alcanzar su objetivo de inflación”.
Las expectativas en el mercado apuntan a más ajustes monetarios en el futuro. Los swaps de divisas a un año de Israel indican que los inversores ven que la tasa base aumentará cerca del 5% dentro de un año.
Israel Discount Bank no descarta una nueva subida más allá de abril y prevé que las tasas se mantengan altos durante mucho tiempo. “No estamos convencidos de que el Banco de Israel se apresure a bajar las tasas”, dijo en su revisión económica publicada el miércoles.
Si bien la inflación israelí se ha mantenido elevada, las previsiones de crecimiento económico para 2023 han ido cayendo. El martes, el Ministerio de Finanzas redujo su perspectiva a un crecimiento del 2,7% desde el 3% anterior, citando desarrollos globales y locales.
El Fondo Monetario Internacional prevé una desaceleración del crecimiento del 6,5% en 2022 al 2,5%.
Moody’s Investors Service rebajó recientemente su perspectiva sobre el país de positiva a estable, citando un “deterioro de la gobernabilidad de Israel”, mientras mantiene la calificación A1 de Israel. Aunque S&P Global Ratings no cambió la perspectiva estable de Israel o la calificación AA-, pronosticó que la economía en 2023 ganará solo un 1,5%.
El martes pasado, la Oficina Central de Estadísticas informó que el producto interno bruto del primer trimestre se expandió un 2,5% anualizado y desestacionalizado, desacelerándose bruscamente, pero aun superando las proyecciones de los analistas.
Sin embargo, con una recesión global aún a la vista, los economistas esperan que el endurecimiento monetario en Israel disminuya en los próximos meses.
“Se espera que la debilidad económica que está tomando forma en Israel y, además, en todo el mundo, se profundice significativamente en las próximas semanas y meses, lo que llevará a los banqueros centrales de todo el mundo a detener sus aumentos de tasas, lo que finalmente forzará la mano del Banco de Israel también, Beit-or dijo en una nota de investigación.
Con la asistencia de Harumi Ichikura.
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