Bloomberg — La Unión Americana de Libertades Civiles demandó a Florida por una ley promovida por el gobernador Ron DeSantis que prohíbe a la mayoría de los ciudadanos chinos comprar casas en el estado. La ley, que entrará en vigor el 1 de julio, viola las garantías de igualdad de protección y debido proceso de la Constitución al prohibir la propiedad de tierras por motivos de “raza, etnia, color, extranjería y origen nacional”, según la demanda presentada el lunes en el tribunal federal de Tallahassee.
La ACLU presentó la demanda en nombre de cuatro ciudadanos chinos, alegando que la ley “los estigmatiza a ellos y a sus comunidades, y arroja una nube de sospecha sobre cualquier persona de ascendencia china que pretenda comprar una propiedad en Florida”.
Más de una docena de asambleas legislativas estatales han presentado proyectos de ley similares, muchos de ellos dirigidos a personas procedentes de China, según la ACLU. La ley de Florida, la primera en entrar en vigor, llega en un momento de gran tensión entre Estados Unidos y China, incluido el derribo de un globo espía frente a la costa de Carolina del Sur.
La oficina de prensa del gobernador no respondió a un mensaje en busca de comentarios sobre la demanda.
Según la ley, los ciudadanos no estadounidenses cuyo “domicilio” sea China tienen prohibido comprar propiedades en Florida, mientras que una norma similar se aplicará a las personas que residan permanentemente en Cuba, Venezuela u otros “países preocupantes”. Según la demanda, se harán excepciones para las personas con visados no turísticos o a las que se haya concedido asilo, pero se les restringirá la compra de parcelas de más de dos acres o a menos de 8 kilómetros (5 millas) de instalaciones militares.
Las personas que entren en el ámbito de aplicación de la ley pero que hayan adquirido sus viviendas antes del 1 de julio deberán registrarse en el estado, y los infractores podrían enfrentarse a cargos penales.
DeSantis, un potencial candidato presidencial para 2024, ha defendido la ley de propiedad de tierras y dos proyectos de ley similares destinados a restringir la influencia de China en la educación y el almacenamiento de datos, diciendo que van a “contrarrestar la influencia maligna del Partido Comunista Chino en el estado de Florida”, según la demanda.
“Estoy orgulloso de firmar esta legislación para detener la compra de nuestras tierras agrícolas y tierras cerca de nuestras bases militares e infraestructuras críticas por parte de agentes chinos”, dijo DeSantis el 8 de mayo en una declaración sobre los proyectos de ley.
El grupo que presentó la demanda acusó a DeSantis de hacer declaraciones generalizadas sobre los compradores de viviendas chinos sin respaldarlas.
“En su conferencia de prensa, el gobernador DeSantis no presentó ninguna prueba de que los compradores chinos de propiedades en Florida sean agentes del Partido Comunista Chino o hayan causado daños a la seguridad nacional”, dijo la ACLU. “De hecho, el estado de Florida no ha identificado ningún nexo entre la propiedad de bienes raíces por parte de ciudadanos chinos en general y el supuesto daño a la seguridad nacional”.
La mayoría de las “leyes sobre tierras de extranjeros” en EE.UU. fueron derogadas o anuladas en la década de 1950, según la demanda. La Constitución de Florida fue la última en incluir una ley de este tipo, hasta 2018, cuando los votantes aprobaron una medida electoral para derogarla.