Bloomberg — La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Mao Ning, transmitió escepticismo sobre la sinceridad de las intenciones de la administración Biden de reanudar las conversaciones diplomáticas de alto nivel con Pekín.
“Por un lado, Estados Unidos pide comunicación y, por otro, reprime y contiene a China por todos los medios posibles”, declaró la funcionaria en una reunión informativa celebrada el lunes en Pekín. Hizo hincapié en que EE.UU. debe retirar inmediatamente las sanciones, eliminar los obstáculos y crear condiciones favorables para un diálogo significativo entre los dos países.
Joe Biden dijo el domingo que esperaba que los lazos con China mejoraran “muy pronto”, restándole importancia a un supuesto globo de espionaje que provocó una disputa diplomática a principios de este año como “una tontería”. El líder estadounidense añadió que su administración podría levantar las sanciones al ministro de Defensa chino, Li Shangfu, eliminando una barrera para una posible reunión con el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, en un evento el mes que viene en Singapur.
La administración Biden ha estado tratando de reparar la relación diplomática con China llenando a Pekín de solicitudes de reuniones, informó Bloomberg anteriormente. Al mismo tiempo, ha impuesto restricciones que impiden a China adquirir tecnología estadounidense aplicable a la modernización militar, alegando motivos de seguridad nacional.
Ha habido indicios de que la estrategia está funcionando hasta cierto punto. El Ministro de Comercio chino, Wang Wentao, se reunirá esta semana con la Secretaria de Comercio estadounidense, Gina Raimondo, y con la Representante de Comercio estadounidense, Katherine Tai.
Pero la política de doble vía también ha provocado una desconexión entre el deseo estadounidense de un mayor contacto y su campaña para contener a la segunda mayor economía del mundo.
Biden ha instado a otros países a seguir la estrategia estadounidense. El fin de semana, los líderes del Grupo de los Siete hicieron público un comunicado en el que anunciaban una nueva iniciativa para contrarrestar la “coerción económica” china mientras se “desmarcan” de China, al tiempo que se comprometían a fomentar unas relaciones “constructivas y estables” con Pekín.
Poco después de esa declaración, China anunció que los productos de Micron Technology Inc. no habían superado una revisión de ciberseguridad, una medida que parecía ser una represalia a las restricciones estadounidenses. Washington ha incluido a las empresas tecnológicas chinas en una lista negra, ha cortado el flujo de procesadores sofisticados y ha prohibido a sus ciudadanos prestar cierta ayuda a la industria china de chips.
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