Bloomberg — El impacto de la inflación en los hogares estadounidenses durante el pasado año quedaron de manifiesto en un nuevo informe de la Reserva Federal, que revela que cada vez son más los estadounidenses que tienen problemas con sus finanzas.
Según la encuesta anual del banco central sobre la economía de los hogares y la toma de decisiones, publicada el lunes, el porcentaje de adultos que declararon estar “al menos bien financieramente” en octubre se situó en el 73%. Esta cifra representa un descenso de cinco puntos porcentuales en comparación con el año anterior y se encuentra entre los niveles más bajos observados desde 2016.
A mediados de 2021, la tasa de inflación alcanzó su punto más alto en 40 años, lo que supuso una presión significativa para los hogares estadounidenses y recordó a los retos a los que se enfrentaron en la década de 1980. Aunque la inflación ha disminuido desde entonces, sigue estando muy por encima del ritmo anterior a la pandemia.
“En general, el informe muestra que el aumento de los precios ha afectado negativamente a la mayoría de los hogares y que el bienestar financiero general disminuyó con respecto al año anterior, aunque los trabajadores siguieron beneficiándose de un mercado laboral fuerte”, dijo la Fed en un comunicado que acompaña a la publicación.
Casi una cuarta parte de los encuestados afirmó que, aunque sus gastos había aumentado en 2022, sus ingresos no lo habían hecho. Aproximadamente dos tercios afirmaron haber dejado de utilizar un producto o haberlo utilizado menos debido al aumento de los precios, mientras que el 51% señaló haber reducido sus ahorros. Alrededor del 28% declaró no haber recibido algún tipo de atención médica en el último año por no poder permitírsela.
Todos los grupos raciales y étnicos encuestados experimentaron un descenso en su bienestar económico con respecto al año anterior. Y entre los grupos de ingresos, los que ganan entre US$25.000 y S$99.999 registraron los mayores descensos en bienestar. Sólo el 65% de los adultos que se identifican como LGBTQ+ dijeron que su situación económica era al menos buena, muy por debajo del 75% de los que no se identifican como LGBTQ+. En el caso de las personas con discapacidad, el porcentaje de los que se encontraban en esa categoría era del 56%.
Un claro resquicio de esperanza del informe del lunes fueron los beneficios de un mercado laboral fuerte. La tasa de desempleo descendió en abril al 3,4% y el crecimiento salarial se mantuvo elevado, según las cifras mensuales del Departamento de Trabajo. Un tercio de los adultos encuestados afirmaron haber recibido un aumento de sueldo o un ascenso el año anterior, 3 puntos porcentuales más que en 2021. Y entre los que pidieron un aumento el año pasado, el 70% de los encuestados afirmó haberlo recibido.
Aún así, sólo el 63% de los adultos encuestados dijeron que cubrirían un gasto inesperado de US$400 utilizando dinero en efectivo o su equivalente, por debajo del 68% del año anterior. Muchos señalaron que recurrirían a tarjetas de crédito o a familiares para hacer frente a una factura de este tipo. Alrededor del 13% afirmó que no podría hacer frente a ese gasto por ningún medio.
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