Bloomberg — Analistas de Brasil revisaron a la baja sus estimaciones para la inflación de 2023 después de que la petrolera estatal Petrobras recortara los precios de los combustibles la semana pasada.
Según una encuesta semanal del banco central entre economistas publicada el lunes, la inflación anual terminará el año en 5,8%, frente a una estimación anterior del 6,03%. Los encuestados también prevén que los precios al consumo subirán un 4,13% en 2024 y un 4% en 2025, por encima del objetivo del banco central del 3% para ambos años.
Petróleo Brasileiro SA, como se conoce formalmente a la petrolera, anunció la semana pasada que reduciría los precios del diésel, la gasolina y el gas para cocinar como parte de una nueva política diseñada para proteger a los clientes de la volatilidad en los mercados petroleros internacionales. Los costos de la gasolina son un factor clave de la inflación en Brasil.
Los analistas mantuvieron sin cambios sus estimaciones sobre que la tasa de referencia Selic caerá a 12,5% en diciembre y a 10% a fines del próximo año.
El viernes, durante un evento con los principales encargados de política monetaria de América Latina, el titular del banco central, Roberto Campos Neto, reiteró el mensaje de que es demasiado pronto para discutir recortes de tasas. Los miembros del banco piden “paciencia” mientras mantienen la tasa de referencia Selic en 13,75% en un intento por llevar las expectativas inflacionarias al objetivo.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha criticado repetidamente la estricta política monetaria del banco desde que asumió el cargo en enero, diciendo que las altas tasas de interés están frenando la economía.
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