Cómo Puerto Rico busca atraer a Wall Street y dejar su bancarrota atrás

El Estado Libre Asociado está organizando una conferencia en la que buscará volver a familiarizar a los inversores institucionales con él

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Bloomberg — A poco más de un año de salir de la quiebra, los principales funcionarios de Puerto Rico están buscando convencer a los inversores globales de que la isla, golpeada durante mucho tiempo por desastres naturales y desmanejos fiscales, está abierta a hacer negocios.

Se espera que cientos de banqueros, inversores y desarrolladores asistan a una conferencia esta semana llamada PRNOW (por Puerto Rico ahora). Entre los asistentes se contarán el gobernador del Estado Libre Asociado, Pedro Pierluisi, y la gobernadora de Nueva York Kathy Hochul.

La conferencia buscará volver a familiarizar a los inversores institucionales de Wall Street con Puerto Rico y permitirle a la isla -ahora con dinero federal para la reconstrucción- alardear de sus recientes logros, como el aumento de los ingresos fiscales y los niveles de actividad económica, turismo y empleo.

Esos éxitos se ganaron a pulso después de que la isla iniciara en 2017 la mayor quiebra municipal de la historia de Estados Unidos justo cuando fue azotada por el huracán María, una de las tormentas más destructivas que han tocado suelo estadounidense. Una junta de supervisión nombrada por el gobierno federal controla las finanzas de Puerto Rico desde 2016.

“Nuestra economía está de vuelta en territorio positivo después de una desaceleración de una década”, dijo Pierluisi a la Cámara de Comercio de Puerto Rico el martes. “Podemos ser optimistas sobre el futuro, porque el potencial de Puerto Rico se está reflejando en todos los sectores de nuestra economía y nuestra sociedad.”

El producto interior bruto real de Puerto Rico aumentó un 3,7% el año pasado, el mayor crecimiento en más de dos décadas, según la junta de planificación de la isla. La isla necesita ese crecimiento: más del 40% de la población vive en la pobreza, mientras que la renta familiar media es de unos US$22.000 al año.

Crisis energética

La conferencia, que celebra su segunda edición, comienza el jueves con una conversación entre Pierluisi y Omar Marrero, secretario de Estado de la isla, seguidos por Hochul. Las sesiones posteriores, dirigidas por el gabinete económico del ELA, se centrarán en las perspectivas fiscales de la isla, los fondos federales para la recuperación y las oportunidades económicas “moonshot”. La sesión del viernes se centrará en uno de los mayores retos de la isla: la transformación del sector energético.

La isla necesita desesperadamente disponer de energía asequible y fiable para garantizar su crecimiento futuro. Pero su principal proveedor de electricidad, la Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico (AEE), sigue en bancarrota y atrapada en litigios mientras intenta reestructurar unos US$9.000 millones de deuda. La empresa pública y los tenedores de bonos aún no han llegado a un nuevo acuerdo de reducción de la deuda. El juez que supervisa el caso ha amenazado con desestimarlo si las partes no llegan a un acuerdo sobre un plan de reestructuración confirmable, lo que abriría la puerta a más litigios.

Pierluisi y los funcionarios de Puerto Rico también cortejarán a los compradores tradicionales de bonos municipales justo cuando la central de carbón de la isla está a punto de incumplir el pago de una deuda exenta de impuestos el 1 de junio. La empresa que supervisa la instalación, AES Puerto Rico LP, dice que no tiene dinero para hacer el pago. Aunque la deuda no es una obligación del Estado Libre Asociado ni de la AEE, fue vendida por un conducto gubernamental en nombre de AES para construir la planta, que vende electricidad a la AEE.

Recuperar el control

El último panel del viernes será seguido de cerca por los operadores de bonos municipales de Barclays (BCS), RBC Capital Markets, BofA Securities (BAC), Jefferies (JEF) y JPMorgan (JPM), que debatirán el estado del mercado. Una de las condiciones previas para que la junta federal de supervisión se disuelva -y devuelva el control presupuestario al gobierno del ELA- es que la isla vuelva, en su totalidad, al mercado de bonos.

El gobierno local aún tiene que demostrar a los inversores que está dispuesto a pagar sus deudas. Aunque el ELA pagó el principal y los intereses en el año fiscal en curso -por primera vez desde el impago de sus bonos de obligación general en 2016-, fue la junta de supervisión la que incluyó ese gasto del servicio de la deuda en el presupuesto después de que los legisladores de la isla no lo hicieran. Los legisladores, Pierluisi y la junta de supervisión están ahora elaborando el presupuesto para el año fiscal 2024, que comienza el 1 de julio.

Los bancos quieren que Puerto Rico obtenga calificaciones de grado de inversión y presente sus estados financieros a tiempo para aumentar el grupo de inversores disponibles, ya que muchos tienen restringida la compra de deuda de grado especulativo. Moody’s Investors Service y S&P Global Ratings rebajaron los bonos de obligación general de Puerto Rico a “basura” en 2014.

Pierluisi pide a la comunidad empresarial de la isla “remar en la misma dirección” para garantizar el progreso económico.

“Estamos en un momento crítico de nuestra historia”, dijo, “un momento trascendental que sentará las bases de nuestro futuro.”

--Con la colaboración de Sam Hall.

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